Yolanda Regidor

 

Pensadora, escritora y experta

Me llamo Yolanda Regidor, y soy escritora.

Nací en Cáceres, en 1970. Me licencié en Derecho y cursé un máster en Psicosociología. Era asesora en proyectos de inserción cuando llegué, por azar, a la literatura; simplemente porque alguien - un hombre - me desafió a escribir una novela. Acepté el reto y una editorial - otro hombre - apostó por mí. De ahí nació “La Piel del Camaleón”, novela que fue recomendada por la Real Academia de Extremadura de las Letras - en la que todos los miembros son hombres - y “Ego y yo”, premiada con el XXX Premio Jaén de Novela – con un jurado compuesto en sus tres cuartas partes por hombres -. Y aquí estoy, dándole a las teclas gracias a que mi pareja –de nuevo, un hombre-  se ha hecho cargo de algunas cosas que tuve que abandonar para ello.

Sé que soy afortunada. Soy consciente de haber nacido en un entorno apropiado para mi desarrollo físico e intelectual; gocé del privilegio de una familia “normalizada” y de ciertas cotas de libertad y comprensión. Sin embargo, también he conocido, gracias a mi trabajo con colectivos desfavorecidos, la otra cara: las terribles huellas que dejan a veces los problemas de familia, la escuela, la educación… y me ha servido para reflexionar profundamente sobre el comportamiento y las relaciones sociales. He intentado hacerlo desde mi propia visión, sin dejarme llevar por prejuicios “hembristas”, sin perder de vista en ningún momento que los abusos de poder –de cualquier tipo- se dan por la propia naturaleza humana, pues siempre tratamos de imponernos, seamos hombre o mujer, cada uno con las armas de que dispone. Y las mujeres disponemos de mil armas. Las que quieren dar lástima y aquellas circenses que pretenden llamar la atención enseñando las tetas verán esto como una traición al propio sexo, pero no hay nada más feminista que lo que acabo de decir.

El ya manido término “empoderamiento de la mujer” debe pasar por la chulería; sí, por la chulería. Puede parecer poco humilde, pero no hay nada que tenga más claro que el único paso hacia la igualdad real es la autoestima. Es la actitud que puede protegernos y lo que siempre nos acaba salvando. Conocimiento y autoestima. Lo primero para saber mirar, escuchar, entender al otro sexo; lo segundo para no caer en la trampa de, como han hecho algunas, renunciar al propio nombre para medrar en un mundo masculino; porque en la literatura, como en tantos otros campos, es cierto que a las mujeres se nos toma un poco menos en serio, pero hay que tener en cuenta que, muchas veces, es precisamente por otras mujeres, que creen más en la capacidad literaria de los hombres. Sin embargo, quejarse no va conmigo, porque creo que el efecto es el contrario; es como estar pidiendo facilidades porque no somos capaces de llegar, lo cual implica ya una parvedad, refuerza la idea de incompetencia… y nada hay más contraproducente a la igualdad que eso, nada refuerza tanto la magnanimidad de otro que su condescendencia limosnera.

Más información sobre nuestra experta:

http://blog.dreaminggranada.com/yolanda-regidor-equilibrista-de-sueno-y-realidad

Yolanda Regidor
Yolanda Regidor

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