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El Instituto de Comercio Exterior asumirá todas las competencias del sector exterior, hasta ahora dispersas en las Cámaras de Comercio, la CEOE y las comunidades autónomas.
"Acabar con la dispersión de fondos y recursos para salir al exterior". Con esta frase quiso enmarcar ayer el secretario de Estado de Comercio, Jaime García Legaz, los cambios que ultima el Ejecutivo para convertir al Instituto de Comercio Exterior (ICEX) en la "ventanilla única de la internacionalización" y de este modo acabar con las duplicidades que existían hasta el momento entre las Cámaras de Comercio, las comunidades autónomas o la CEOE.
El propósito, tal y como está recogido en el Plan Nacional de Reformas, es crear una Agencia Nacional de Internacionalización en la que se integrará el ICEX. García-Legaz reconoció que esta transformación no se completará hasta la mitad de 2013, ya que, en primer lugar, necesita de una norma con rango de ley, que se empezará a tramitar a partir del próximo mes, y porque aún quedan otras dos empresas públicas pendientes de fusionarse en esa megaestructura. Se trata de España Expansión Exterior, sociedad encargada del asesoramiento comercial y financiero para proyectos empresariales en el exterior, y la Fundación pública CECO (Centro de Estudios Económicos y Comerciales) por la que han pasado ya más de 20.000 alumnos, tanto del sector público como privado, para recibir formación, entre ellos los becarios a los que cada año forma el ICEX.
Parte de ese trabajo ya se inició en mayo, cuando Invest In Spain (la sociedad pública creada para atraer inversión extranjera a España) anunció su integración en el Instituto. García Legaz señaló que el proceso se ha desarrollado en seis meses y que se han conseguido importantes ahorros de costes. "Solo este año hemos logrado ahorrar una tercera parte del presupuesto de Invest in Spain al pasar de 3,3 a 2,2 millones de euros. Había muchos servicios horizontales y muchos departamentos duplicados que se han podido suprimir", subrayó durante un encuentro con la prensa para explicar la reforma. En el caso de las otras dos sociedades, la Secretaría de Estado de Comercio espera que al menos se pueda lograr un ahorro mínimo del 20%.
Una vez conocidos los plazos y los agentes que se integrarán en la nueva estructura de la Agencia para la Internacionalización (ICEX, Invest in Spain, España Expansión Exterior y Fundación CECO), las principales dudas surgen con respecto al papel que les va a tocar jugar a los actores que hasta el momento han compartido responsabilidades con el ICEX, como las comunidades autónomas, las Cámaras de Comercio y CEOE.
Las primeras, ahogadas por la caída de ingresos y la obligación de reducir el déficit al 1,5% este año, no han puesto pegas en su gran mayoría a integrar sus oficinas comerciales en el extranjero en la estructura del ICEX. Catorce ya han suscrito ese acuerdo y tan solo Andalucía, País Vasco y Cataluña se han negado a hacerlo, ya que consideran prioritario poder seguir vendiendo su marca regional al margen de la de España.
El trabajo de coordinación más intensivo se está centrando en el nuevo papel que van a asumir las Cámaras de Comercio. Despojadas del recurso cameral en diciembre de 2010, estas sociedades de derecho público esperan como agua de mayo la nueva ley de Cámaras, que verá la luz antes de final de año, en la que se clarificará qué servicios van a prestar a partir del 1 de enero de 2013. García Legaz avanzó ayer que el objetivo es que se conviertan en sucursales del ICEX en las comunidades autónomas a través de la firma de convenios con cada una de las cámaras. "El objetivo es que el empresario no tenga que visitar cuatro o cinco sitios diferentes para obtener un servicio de asesoría completo", subrayó. No obstante, señaló que aún quedan muchos detalles por cerrar en la medida en la que no todas las Cámaras tienen el mismo patrimonio ni las mismas posibilidades para prestar esos servicios.
Finalizado el encuentro con la prensa, García-Legaz mantuvo una reunión con el secretario general de CEOE, José María Lacasa, y los presidentes de las patronales autonómicas, para detallarles el nuevo papel del ICEX como ventanilla única de la internacionalización. Una idea que choca frontalmente con la propuesta de la patronal de crear una filial internacional en defensa de la marca España.