Las trabajadoras cobran menos y sufren más temporalidad
18/07/2005
Las Provincias
Las mujeres no sólo crean menos empresas. También sufren peores condiciones laborales y están menos insertadas en el mercado laboral. En los últimos años, los Gobiernos han empezado a hacer frente a este problema con la puesta en marcha de medidas de discriminación positiva para fomentar la contratación de mujeres.
Como resultado de ello, la mujer ha experimentado un notable avance en estos últimos años. Su tasa de actividad ha crecido más de un 6% en los últimos siete años y la tasa de paro que sufren se ha reducido en un 12%.
En el primer trimestre de 2005, sólo el 45,79% de las mujeres forma parte de la población activa, mientras que el porcentaje de varones activos asciende al 68,19%. Con respecto a la tasa de ocupación, la de las mujeres es del 39,63% y la de los hombres fue del 63,10%.
La tasa de paro de las mujeres fue del 13,65% en el primer trimestre de 2005, mientras que las de los varones fue de casi la mitad, el 7,77%.
Estas cifras convierten a España en uno de los países de la Unión Europea con la tasa de paro femenino más elevada y, también, donde la diferencia en la tasa de desempleo entre sexos es más acusada. Según los informes realizados por los sindicatos, las diferencias entre hombres y mujeres en la actividad laboral son más graves entre las generaciones de mayor edad.
Las mujeres trabajadoras aún sufren una brecha salarial –diferencia porcentual entre los salarios medios de hombres y mujeres– que alcanza el 30,7% en el conjunto de los sectores económicos. Cuando hablamos de la diferencia salarial en la realización de un trabajo con iguales características, las mujeres ganan un 18,22% menos que sus compañeros.
Las mujeres también sufren una mayor temporalidad en su empleo. Según datos del Instituto de la Mujer, el 47,27% de los contratos indefinidos que se realizan en España son para mujeres, pero son ellas las que han firmado el 70% de los contratos indefinidos discontinuos. En todas las modalidades de contratos temporales, las mujeres son las que mayor porcentaje representan sobre el total de los trabajadores. En conjunto, el 63,86% de los empleos temporales los ocupan las mujeres.
También afecta en mayor medida a las mujeres que a los hombres la contratación a tiempo parcial. Parte del importante incremento de mujeres ocupadas experimentado en los últimos diez años se ha debido al aumento del empleo a tiempo parcial. Según Comisiones Obreras, si a principios de los noventa el porcentaje de trabajadoras a tiempo parcial sobre el total de los contratos era del 10%, en 2003, éste representaba el 16%.
Esta situación en su empleo no se corresponde con el nivel de formación que han alcanzado. En 2004, el 50,18% de los licenciados universitarios fueron mujeres, aunque el número de doctoras sólo llegó a representar el 35,15% del total.
Otro factor importante es la elevada segregación ocupacional entre hombres y mujeres. Según denuncian los sindicatos, aún se mantienen ramas de actividad para uno y otro sexo, sectores hegemónicamente masculinos o femeninos. Las mujeres siguen estando adscritas a un determinado tipo de actividades y oficios que se consideran más propios de su sexo y están, generalmente, peor pagados.
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