Los sindicatos aceptan rebajar las cotizaciones sociales a las empresas

La Vanguardia

  Los sindicatos están dispuestos a destinar una parte del superávit con que cuenta la Seguridad Social a rebajar las cotizaciones sociales que las empresas pagan en la actualidad. Esta rebaja sólo se aplicaría a los contratos fijos para hacerlos más atractivos económicamente que los temporales. A cambio, la patronal CEOE debería aceptar una reforma laboral en la que se limiten de forma estricta los contratos temporales, al reservarlos únicamente a los trabajos de temporada.

Con esta propuesta, que los sindicatos están dispuestos a poner encimad e la mesa de la concertación social, se evitaría el clima de enfrentamiento que se derivaría de abordar de nuevo una negociación sobre el abaratamiento del despido, como pretende la patronal. Comisiones Obreras y UGT consideran que de este modo se daría una respuesta positiva a una de las demandas históricas de los empresarios, como es la de bajar las cotizaciones a la Seguridad Social, sin dañar por ello los derechos de los trabajadores. A cambio se daría un gran paso en la reducción de las altas tasas de temporalidad que registra la economía española y que en estos momentos se encuentran estancadas alrededor del 30%, una cota que parece muy difícil de rebajar en el actual contexto, y que dobla la media europea.

El secretario general de UGT, Cándido Méndez, ha sido rotundo al afirmar recientemente que no aceptaría una nueva rebaja de la indemnización por despido: "Con la realizada en la reforma de 1998 es más que sufiente. En aquella ocasión los sindicatos aceptamos rebajar las indemnizaciones para los nuevos contratos de los 45 días por año a 33 con un máximo de 24 mensualidades. La contrapartida tenía que haber sido una drástica reducción de la temporalidad que no se ha producido".

Por esta razón, el dirigente ugetista argumenta que en "esta ocasión el objetivo es rebajar las tasas de temporalidad y no abaratar más el despido". La misma tesis defiende el secretario general de CC.OO., José María Fidalgo, quien ha advertido que su sindicato no aceptará generalizar la indemnización de 33 días por año trabajado en caso de despido improcedente como ha propuesto la CEOE. En estos momentos, la indemnización reducida sólo se aplica a los contratos de fomento de contratación indefinida entre jóvenes, mujeres, y discapacitados, mientras que la indemnización general se mantiene en los 45 días por año con un máximo de 42 mensualidades.

El ministro de Trabajo, Jesús Caldera, se ha mostrado contrario a una rebaja de las indemnizaciones por despido como contrapartida a la reducción de la contratación temporal; sin embargo, ha advertido a los interlocutores sociales que el Gobierno dejará las cosas como están si no existe consenso entre las partes sobre esta espinosa cuestión.

Ante la situación de bloqueo creada, que puede hacer naufragar el actual proceso de concertación social, los sindicatos han propuesto de manera informal la reducción de las cotizaciones sociales.

Fidalgo estima que la Seguridad Social cerró el pasado ejercicio con un superávit superior a los 8.000 millones de euros y este año muy probablemente se superará esta cifra. Hasta el momento, esta cantidad se ha destinado en primer lugar a nutrir el fondo de reserva, que ya supera los 24.000 millones, lo que equivale a cuatro mensualidades de pensiones. Otra parte se ha destinado a mejorar las pensiones más bajas, por lo que ahora existen las condiciones objetivas para rebajar las cotizaciones sociales, tal como recomienda el pacto de Toledo.

En la mesa de negociaciones, la patronal ha pedido asimismo mayor flexibilidad para utilizar los contratos fijos a tiempo parcial y facilitar la labor de las empresas de trabajo temporal, para lo que es básico rebajar las cotizaciones que pagan al seguro de desempleo. El conjunto de reformas debería estar finalizado antes del mes de julio, de acuerdo con el compromiso asumido.

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