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El presidente de la CEOE, Juan Rosell, ha admitido que algunas grandes empresas han presionado a las pequeñas y medianas para que no se acojan al régimen del IVA de caja, que permite a pymes y autónomos no adelantar el impuesto antes de haber percibido el abono de la factura.
En una rueda de prensa para presentar las propuestas de la CEOE de cara a la reforma fiscal, Rosell ha admitido que ha habido "algún que otro caso", aunque ha garantizado que se han producido de forma "puntual".
"Los número son provisionales, pero no todos los que se podían haber apuntado (al nuevo régimen de IVA) lo han hecho", ha dicho el presidente de la patronal, tras pedir tiempo para analizar la situación con "más frialdad".
Advertencias
El pasado mes de noviembre varios medios informaban de que pequeñas empresas y autónomos habían recibido comunicaciones de las compañías que aseguran que no contarán con ellos si optan por este nuevo sistema. "Muchos de nuestros socios están siendo advertidos", afirma el presidente de la patronal Upta, Sebastián Reyna.
Este problema hay se venía anticipando por algunos expertos. Según advertía María Luisa Ochoa, doctora en Derecho Financiero y Tributario, y asesora fiscal de BCN Consultors, hace unos días, las pymes que se acogieran al régimen especial del criterio de caja corrían riesgos. "Va a ser equivalente a una marca de 'no calidad' porque implica que esa factura no será deducible hasta que esté pagada. Esto es posible que provoque un trato discriminatorio hacia las empresas que se acojan al nuevo régimen", explica la experta.
Incluso Lorenzo Amor, presidente de ATA, aseguró que en sectores de la construcción o el transporte está habiendo "recomendaciones" de las grandes empresas a sus proveedores, en el sentido de que si se acogen al IVA de caja, dejarán de trabajar con ellos, ya que no podrán deducirse este impuesto sin haber pagado antes la factura. "No es generalizado, pero es verdad", anunció.