La regularización ha aflorado el 80% del empleo sumergido

Cinco Días

  El proceso de regularización de inmigrantes que finalizó el sábado ha reducido al mínimo el empleo sumergido entre inmigrantes, tras aflorar el 80% del empleo que desempeñaban sin cotizar a la Seguridad Social, según el ministro de Trabajo, Jesús Caldera. La Inspección hará medio millón de visitas este año.

La cifra definitiva de solicitudes empresariales para regularizar a trabajadores inmigrantes asciende a 690.679, según los datos presentados ayer por el ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, Jesús Caldera.

Según los cálculos de la encuesta de población activa (EPA), la tasa de actividad entre los inmigrantes (porcentaje de extranjeros entre 16 y 64 en disposición de trabajar) es del 75%, lo que elevaba a 869.755 el número de inmigrantes activos que no estaban cotizando al sistema. De este total se han intentado regularizar 690.679 antes citados, lo que supone aflorar el 80% de la economía sumergida en este colectivo.

No era un proceso para dar papeles para todos sino para aflorar economía sumergida, dijo Caldera, quien aseguró que ahora se verá el poco fraude que queda en esta materia en España.

De hecho, el ministro está tan satisfecho de cómo ha funcionado la regularización que se mostró convencido de que a partir de ahora los empresarios no van a contratar a nadie de manera ilegal.

Pese a esta euforia, en el Ministerio de Trabajo no van a desatender la labor de vigilancia y sanción que iniciará ahora la Inspección de Trabajo contra los empresarios que contraten a inmigrantes. Los inspectores tienen previsto hacer medio millón de visitas a empresas y se centrarán, según Caldera, en aquellas provincias donde se han presentado menos solicitudes en relación con el número de inmigrantes empadronados. Estas zonas son fundamentalmente Ceuta y Melilla y paradójicamente las provincias del interior.

Asimismo, Caldera instó a los trabajadores regularizados a los que los empresarios les hagan pagar sus propias cotizaciones a la Seguridad Social que lo denuncien ante la Inspección de Trabajo.

Casi todas admitidas.

En cualquier caso, el ministro confía en que prácticamente todas las solicitudes se materialicen en altas a la Seguridad Social. De hecho, ya se han admitido el 88% de las solicitudes, el 9% está pendiente de algún certificado y sólo el 3% se han denegado. En cuanto a los plazos, Trabajo aseguró ayer que ya se han resuelto todas las solicitudes que se presentaron hasta el 14 de marzo y prevén terminar con todas ellas en julio.

Los datos finales indican que Madrid, Cataluña concentran seis de cada diez solicitudes de regularización, con un total de 374.478 peticiones. Los ecuatorianos fueron el colectivo más numeroso, con 139.714 peticiones, seguidos de los rumanos (118.298). Por sexos, suelen repartirse por igual, pero hay nacionalidades como la rusa, que el 80% son mujeres, o la marroquí, que el 85% son hombres. El 67% de las regularizaciones se concentran en empleados de hogar, construcción y agricultura.

Pese al éxito de esta regularización, Caldera aseguró ayer que su Ministerio no aplicará medidas especiales para asegurarse de que los casi 700.000 contratos temporales que se harán a inmigrantes no decaen transcurridos seis meses. El reto se presenta dentro de un año porque, si los empresarios no renuevan estos contratos, el mercado se verá nuevamente invadido por trabajadores ilegales.

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