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Las pymes españolas deben consolidar sus relaciones económicas de importación con las economías alejadas de la Unión Europea, según destaca el Banco de España en un informe difundido hoy, en el que resalta que la base importadora supera ya los niveles alcanzados antes de la crisis.
El documento, incluido dentro del boletín económico de julio-agosto del Banco de España, señala que en España sobresale el peso de las grandes empresas en las importaciones extracomunitarias y por el contrario las pymes deben reforzar sus lazos comerciales directos con estos mercados.
Y es que las empresas de menos de 250 trabajadores centran su actividad importadora en los intercambios intracomunitarios frente a la participación importadora de las grandes empresas en terceros mercados que oscila entre el 40% y el 50% del total.
El informe "Participación pymes y grandes empresas europeas en el comercio internacional de bienes" destaca que las importaciones españolas tienen efectos positivos sobre la calidad y eficiencia del tejido productivo en España, pues permiten acceder a bienes de mayor calidad que los nacionales y a innovaciones tecnológicas no producidas en territorio nacional.
Añade que la base importadora española no ha dejado de aumentar desde el 2000, con la excepción de las caídas en los años de mayor incidencia de la crisis económica (2009 y 2012).
Al respecto recuerda que el número de empresas importadoras se situó en 210.369 en 2013, superando los niveles anteriores a la crisis, y destaca que las importaciones han empezado a repuntar en los meses centrales del año pasado, conforme la demanda interna privada empieza a recuperarse.
En este sentido, reseña que el sector exterior ha sido el principal soporte de la actividad económica en España durante la crisis, e insiste en que durante la salida de la misma, el patrón de crecimiento está "basculando" hacia la demanda interna de forma "algo más anticipada de lo esperado".
"Las compras al exterior se están recuperando por encima de lo previsto", señala, al tiempo que las ventas han estado condicionadas recientemente por la desaceleración de los mercados emergentes, con lo que su dinamismo se ha moderado.
Respecto al sector exportador, el informe resalta que tanto la base como la intensidad exportadora del tejido empresarial español se sitúa en una posición intermedia dentro del grupo de los principales socios de la zona euro, aunque "significativamente" por debajo de los porcentajes alcanzados por Alemania.