ABC
Nuevas voces de expertos se suman a la petición de que el Gobierno español emprenda una «amplia batería de reformas» para que la reactivación económica se inicie en 2011, que incluya una reforma laboral, «intervenciones ordenadas» del sistema financiero, fomentar las fusiones entre empresas, un nuevo impulso del sistema educativo o más reformas fiscales.
Estas son algunas de las conclusiones a las que ha llegado el «Consenso Económico» del segundo trimestre de 2009, que elabora PricewaterhouseCoopers (PwC). Para realizar estas recomendaciones parte de la base de que la economía española experimentará una caída del -2,6% en 2009, y del -1,3% en 2010. Con este pésimo panorama, los 317 expertos y empresarios consultados están convencidos de que España debe aprovechar esta situación para emprender toda serie de reformas, a fin de que sea posible que a partir de 2011 la economía española pueda iniciar su reactivación.
Así, por ejemplo, creen que la coyuntura actual es la idónea para llevar a cabo las reformas del mercado de trabajo y del sistema educativo. La reforma laboral, concretan, debería fijar como prioritarias las políticas activas de formación y reciclaje y la negociación colectiva (salarios ligados a productividad), donde prevalezcan los convenios de empresa sobre los de rango superior.
Todos los expertos coinciden en que en el primer semestre de este año se está viviendo «la parte más negativa del ciclo», mientras que la opinión está dividida entre los que creen que nos espera por delante «un largo e inevitable periodo de recesión» y los que vinculan la vuelta al crecimiento a una «eventual recuperación de las principales economías internacionales», así como a «un acuerdo entre el Gobierno y los agentes sociales» para llevar a cabo una profunda reforma del modelo ecómico actual.
Entre las medidas más urgentes para reactivar la economía los expertos coinciden en que el Gobierno debe aumentar los estímulos fiscales a la actividad, a través de la reducción de las contribuciones a la Seguridad Social (están dispuestos a que a cambio se les aumente el IVA), la rebaja del Impuesto sobre Sociedades y el aumento del gasto público en infraestructuras.
Además, descartan que haya peligro de deflación y apuestan porque el BCE mantenga los tipos de interés en el 1% hasta finales de año.