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La Ley de Apoyo a los Emprendedores y su Internacionalización celebra el 29 de septiembre su primer aniversario. Con ella el Gobierno cerraba una de las grandes tareas que le quedaban pendientes; aunque con cierto retraso, pues el presidente Mariano Rajoy la había prometido para marzo de 2012.
En principio, el proyecto ponía las bases para cubrir algunas de las principales demandas de los pequeños empresarios, como eran las relativas al IVA de caja, la creación de empresas, la financiación, la responsabilidad limitada, etc. Pero un año después, ¿se han cumplido las expectativas? Algunas de las principales asociaciones lo analizan.
"Fue una pequeña decepción", confiesa Efrén Miranda, presidente del Club del Emprendimiento, en declaraciones a EFE. "Las expectativas que teníamos puestas eran bastante altas y, desgraciadamente, el resultado final no fue acorde", señala. "En prácticamente todos sus apartados se ha quedado un poco descafeinada y bastante corta respecto a lo que se pensaba que podía ser", insiste.
En la misma línea se muestra Lorenzo Amor, presidente de ATA, que criticó que la ley "tiene muchas debilidades". Sin embargo, reconoce que ha contribuido a que "en España se pierda el miedo a emprender".
Más contundente es el fundador del Instituto Europeo del Emprendimiento, Antonio Sainz, en declaraciones a EFE, que defendió que "no hacen falta leyes de emprendimiento hechas por quién no ha emprendido jamás".
IVA de caja
Una de las grandes demandas de los pequeños empresarios, y una de las medidas estrella de la ley, era el denominado IVA con criterio de caja, un mecanismo que permite pegar el IVA cuando cobren la factura. El problema ya asomó con el desarrollo de la ley y los requisitos para su aplicación. El propio ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, reconoció ante el Parlamento que el IVA de caja no había funcionado como esperaban. Y es que apenas 22.000 empresas y autónomos se han acogido a este sistema en su primer año de vigencia.
"Debería aplicarse sin limitaciones", exige Juan Merino, presidente de Ceaje, sobre todo cuando las facturas pendientes de cobrar correspondan a la administración. Por su parte, Lorenzo Amor culpa de la pérdida de eficacia de la medida a la demora en su aplicación.
Reducción de burocracia
Son muchas las asociaciones que apuntan a la compleja burocracia como la principal traba al emprendimiento. La Ley de Emprendedores tenía como objetivo mitigar lo máximo posible ese problema, permitiendo crear empresas en menos tiempo y con un menor coste. Y Merino confirma que se ha avanzado mucho en ese campo, y apunta a que se han reducido drásticamente los costes para la constitución de las empresas.
Menos optimista se muestra el presidente del Club del Emprendimiento, que critica que la simplificación administrativa ha sido muy superficial. "Se puede hacer una labor muchísimo mayor", advierte.
Empleo
"La intención es superar la crisis y llegar a crear empleo", afirmaba el titular de Hacienda durante el debate de la Ley en el Congreso. En este sentido, el presidente de ATA considera que la tarifa plana de 50 euros "ha contribuido al crecimiento que ha tenido el empleo autónomo".
Menos optimistas son Miranda y Merino. El primero cree que el gran número de autónomos viene impulsado por el denominado emprendimiento por necesidad, mientras que el segundo apunta a que solo el restablecimiento del crédito va a incentivar la generación de puestos de trabajo.
Financiación
Era el gran problema de los emprendedores, y así se mantiene. "Se han puesto una serie de artículos dirigidos a este aspecto, pero no han tenido repercusión", denuncia Miranda. "Se ha dejado escapar una gran oportunidad de articular un gran mecanismo de financiación vía ICO, pero complementado con sistemas de garantía pública que cubran parte del riesgo", apunta en el mismo sentido el presidente de Ceaje.
Internacionalización
Uno de los pilares del proyecto era el impulso de la internacionalización. Y aunque "se está trabajando en la buena línea", como defiende Miranda, choca con el problema del crédito. "Las condiciones y requisitos tienen criterios propios de la banca comercial", apuntan desde Ceaje.
Cultura emprendedora
La Ley incorporaba medidas para que los jóvenes adquierieran, a través del sistema educativo, las "competencias y habilidades requeridas para emprender". Y es uno de los pocos puntos en los que todas las asociaciones consultadas coinciden que ha tenido éxito. "Es grato ver que se está metiendo la cultura emprendedora como materia lectiva en secundaria", reconoce Miranda. Aún así, desde Ceaje piden que "se vaya más allá de una mera referencia curricular".