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Daniel Brandi acogió la Ley de Emprendedores con cierto escepticismo. Cuando la norma vio la luz, el artífice de Etece.com –plataforma que facilita profesionales de confianza para todo tipo de tareas domésticas– aseguraba que “la creación es la parte más liviana de los inicios, luego hay que soportar una carga burocrática muy elevada. En nuestro caso llevar a cabo el plan de riesgos laborales fue muy pesado”. Éste es uno de los asuntos con los que te toparás una vez que has lanzado tu empresa. Brandi explica que ese trámite es obligatorio desde que se cuenta con un empleado: “La propia Seguridad Social te propone varias opciones y hay que escoger una. Es un trámite más que tiene un coste de 2.000 euros”. Existen además otras consideraciones que debes tener en cuenta porque, a la larga, garantizarán tu superviviencia empresarial.
Sociedad
Para Carlos Pavón, socio director de Iure Emprendedores &Business, la elección de la sociedad mercantil es primordial: “Es conveniente crear tantas sociedades como unidades de negocio.Trabajar de esa manera diversifica los riesgos. En el caso de que un área entre en dificultades no arrastra al resto”. Pavón recomienda dar de alta una sociedad limitada incluso en el caso de microempresas: “Convertirse en autónomo es un perfil muy inicial, que suele funcionar si se trata de profesiones liberales”.
Pacto de socios
Aunque tu socio sea una persona de total confianza, y más aún si se trata de un familiar, es imprescincible que establezcas un pacto de socios que regule el desempeño, la posible salida de alguno de ellos, la entrada de los nuevos y también las posibles situaciones de venta. Brandi aconseja incluir claúsulas de “confidencialidad, competencia y las opciones sobre acciones, si las hubiera. En este último caso se requeriría un artículo específico”. También considera incluir el tag along –derecho de acompañamiento–, que permite a los socios minoritarios vender su parte, si el mayoritario toma la decisión de vender; y el drag along –derecho de arrastre–, por el que los accionistas mayoritarios arrastran a los minoritarios –de manera que si deciden salir de la sociedad, se venda el cien por cien–.
Quién hace qué
Otro de los asuntos que hay que dejar muy claro desde los inicios es establecer quién hace qué en la empresa. Es decir, si alguno de los socios asume la función de administrador, “porque los intereses de cada figura pueden ser distintos”, apunta Pavón. Además explica que “la persona que se ocupa de la administración en la empresa, no tiene por qué ser accionista. Esta figura es gratuita, a no ser que se recoja de forma explícita en los estatutos”. Este experto recomienda fijar una retribución y determinar las funciones del administrador.
Protección de datos
Los datos personales forman parte del activo de las empresas. Brandi dice que no hay que dejar pasar por alto esta cuestión y “elaborar un plan y registrar los ficheros correspondientes en la agencia de protección de datos. Es algo que puedes hacer por tu cuenta, pero merece la pena contratar a unos abogados expertos que te asesoren para no perder mucho tiempo”.
Fiscalidad
Si no realizas un presupuesto financiero y de tesorería, te juegas el futuro de tu empresa. Pavón estructura en dos las obligaciones: corrientes y no corrientes: “En el primer caso hay que tener en cuenta pagos como el IVA, que se puede liquidar mensual o trimestralmente, y también el impuesto de sociedades, que puedes hacerse fraccionado. Las obligaciones no corrientes contemplan todas aquellas que puede plantear el cliente y que suponen un estudio tributario distinto”.
Prevención de riesgos
Garantizar la seguridad y salud de los trabajadores que has contratado es clave. Curro Violero, experto en seguridad y salud en el trabajo, señala que contratar un servicio de prevención de riesgos para cubrir este aspecto no es suficiente: “Estas empresas ayudan a realizar el plan y asesoran, pero es responsabilidad del empresario integrar la prevención en la empresa y tenerla en cuenta en cualquier actividad que se realice”. Añade que si la actividad que se lleva cabo se encuentra dentro de las reglamentadas en materia de seguridad industrial, “hay que obtener carnés profesionales y certificados de empresas autorizadas”.
Calidad
Según Efrén Miranda, CEOy fundador de Club del Emprendimiento, el control de calidad es una cuestión básica para garantizar al cliente el estado óptimo de sus productos: “Los emprendedores evitan establecer procesos de calidad en sus organizaciones por el coste supone, asumiendo así un riesgo elevado, ya que un fallo en la calidad del producto o servicio en las etapas iniciales, puede minar la continuidad del negocio”.
Laboral
Escoge la relación laboral más adecuada con tus empleados. Pavón recomienda el contrato por obra si la actividad permite definir proyectos claros. Si no es así, aconseja recurrir a un contrato específico que contemple un sueldo fijo y un variable ligado a la consecución de objetivos.