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Estamos esforzándonos por mejorar, no hay duda, pero todavía ocupamos un insignificante y retraído puesto 52 entre los países que facilitan el emprendimiento, de acuerdo con el informe Doing Business 2014, muy lejos de países como Nueva Zelanda, Estados Unidos o Dinamarca que se cuelan en el top 5 del ranking mundial de países con mayores facilidades para crear negocios.
Si España quiere escalar puestos como país emprendedor, deberá corregir algunos de sus principales puntos débiles.
Ecosistema
Crear un contexto favorable a la creación de empresas es primordial para toda potencia emprendedora. Con el fin de generar un entorno real de emprendimiento se debe comenzar desde la educación, "hay que fomentar la creatividad y el pensamiento no convencional desde la escuela primaria, inculcar el emprendimiento y la cultura del esfuerzo en la secundaria, e impulsar la especialización en la formación profesional para aterrizar en la universidad en el mundo real" señala Nacho Ormeño, creador del Spain Start Up Map.
Es evidente que el mapa español de aceleradoras e incubadoras ha crecido considerablemente en los últimos años hasta alcanzar las actuales 70 aceleradoras y 107 incubadoras según el plano de Spain Start Up Map. Y, sin embargo, su creador asegura que "únicamente puede evaluarse la eficacia de estos instrumentos a largo plazo".
Escasez de crédito
La inversión es otro de los puntos críticos en el proceso de creación de empresas españolas. El problema, en este sentido, "no es tanto la falta de capital como la manera equivocada de aplicar ese dinero en la dirección correcta". Esto es, al menos, lo que defiende Rodolfo Carpintier, fundador de DaD y experto en emprendimiento.
Sin embargo, y tras unos duros años para la financiación en España, nuestro país va saliendo del túnel lentamente. "Aunque sigue siendo complicada la financiación bancaria -con honrosas excepciones-, cada vez hay más alternativas, desde los préstamos participativos que ofrecen tanto el Gobierno estatal como varios autonómicos hasta procesos de inversión. Porque, aunque en términos netos la cifra de inversión del año pasado en start ups fue ligeramente inferior a la del anterior, la realidad es que cada vez más actores del ciclo de inversión de las start ups están animándose a poner su capital en juego: desde los famosos business angels hasta los fondos de capital riesgo o venture capital, pasando por family offices, etc.", señala Nacho Ormeño.
Trabas burocráticas
El DB 2014 no deja de aplaudir las reformas que ha emprendido España en los últimos tiempos para agilizar la creación de empresas, que ha conseguido reducir el tiempo medio que se tarda en abrir un negocio de 28 a 23 días, situándose ligeramente por debajo de la media global, que está en los 25 días.
Sin embargo, este plazo sigue siendo muy amplio frente a otros países como Nueva Zelanda, donde cualquiera puede crear un negocio en tan sólo un día con unas tasas prácticamente inexistentes. Y es que, pese a las reducciones burocráticas en nuestro país, las pequeñas y medianas empresas siguen estando sujetas a regulaciones gravosas y a normas ambiguas, que dan lugar a situaciones de gran ineficiencia para el sector empresarial.
Jan Brinckmann, profesor del departamento de Management General de Esade, cree que "España necesita unos costes menores para poder crear una compañía", al tiempo que considera que uno de los factores que más echa para atrás a los emprendedores son los impuestos. "En Reino Unido, por ejemplo, las empresas que funcionan bien, y venden, tienen unas condiciones fiscales favorables".
Pesimismo laboral
Las dificultades que entraña la crisis económica han hecho que los trabajadores españoles de más de 45 años, que conforman el 40,7% del total de población asalariada del país -8,7 millones-, sean los más pesimistas de toda Europa, y los que cuentan también con las expectativas más austeras a la hora de encontrar otro empleo, según queda reflejado en el estudio Randstand Workmonitor.
El mismo informe refleja también que las mujeres son más optimistas que los hombres en cuanto a su futuro laboral. "Necesitamos un cambio de mentalidad, autoconfianza, creernos que de verdad se puede. Somos la generación mejor preparada que ha tenido nunca este país, por lo que es nuestro deber animarlos a que emprendan y se desarrollen con sus propios recursos y habilidades" destaca Nacho Ormeño.
¿Solución al desempleo?
La alta tasa de paro en España es más que obvia y, frente a las dificultades que encuentran para recolocarse, son muchos los desempleados que ven el emprendimiento como una de las soluciones estrella para salir de esa situación.
Tanto es así que según el Informe GEM 2013, el emprendimiento por necesidad ha experimentado un incremento de 3 puntos hasta alcanzar el 29%, mientras que el motivado por oportunidad se reduce. Sin embargo, la mayoría de start-ups creadas por parados suelen quedar en el abandono antes de cumplir un año, debido a que sus creadores "suelen carecer de la vocación y formación necesaria para regentar la sociedad de manera correcta" señala Héctor Morell, consejero delegado de InvierteMe.