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Pasó de considerarse un sinónimo de freaky a ser tendencia entre los inversores. Y, de ahí, a convertirse en palabras mayores que ya manejan con soltura políticos y legisladores. Tanto, que el pasado viernes el crowdfunding se llevó al Consejo de Ministros. Y se hizo para dar marcha atrás y levantar los límites que se habían impuesto a la financiación colectiva en el Anteproyecto de la Ley de Fomento de la Financiación Empresarial.
"Por fin escuchan lo que llevamos meses repitiendo". Es el sentir generalizado expresado por las plataformas de financiación colectiva españolas, que llevan desde febrero, mes en que se anunciaron las nuevas medidas en el Debate del Estado de la Nación, intentado hacerse oír para paralizar su entrada en vigor.
Y es que, de acuerdo con las asociaciones españolas de financiación colectiva, el texto se redactó sin consultar con ellas, y de ahí que transmitiese un gran desconocimiento de sus actividades y de cómo funcionaba el sector.
Así, el límite de 3.000 euros por proyecto y 6.000 por inversor y plataforma al año no sólo era para estas organizaciones "contradictorio con la fijación del importe máximo de captación de un millón de euros", tal y como afirman desde la Asociación Española de Crowdfunding, sino que además ahogaba a todo el sector, según expresaron sus principales representantes.
Inversores profesionales
Límites que ahora quedan anulados para los inversores profesionales -los que dispongan de, al menos, 100.000 euros-, según anunció el ministro de Economía, Luis de Guindos, el pasado viernes en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, aunque todavía no tienen decidido qué baremo guiará esa profesionalidad fijada en los 100.000 euros, si el nivel de renta o el patrimonio. Los no profesionales, sin embargo, deberán adaptarse a los límites, y "obtendrían un tipo de garantía para evitar que se pudieran producir abusos", señaló el titular de Economía.
Límites que se aplican sólo a las plataformas de inversiones Equity Crowdfunding y a las de préstamos entre particulares, o P2P Lending, pero no a las que funcionan con sistemas de recompensas -micromecenazgo- o de donaciones.
Las plataformas afectadas no se han hecho esperar para mostrar su satisfacción con esta vuelta atrás por parte del Ministerio de Economía: "Celebramos mucho la nueva decisión del Gobierno para regular el crowdfunding", declara Marcel Beyer, director general de Lendico, plataforma de P2P. "Tras reu-nirnos con el ejecutivo y el resto de plataformas más importantes de préstamos entre particulares de España el pasado mes de marzo para discutir sobre los puntos de la regulación que afectan al crowdlending, el Gobierno ha dado su primera respuesta, y lo ha hecho siguiendo las peticiones de las plataformas y de todo el sector", asegura Beyer.
Crecimiento exponencial
Un sector que crece a ritmos vertiginosos, y cuyas previsiones para el año 2013 ascenderían a más de cinco billones de dólares -unos 3.600 millones de euros-, a falta de conocerse las cifras definitivas.
Tras crecer un 64% en el año 2011 y un 81% en 2012, el sector del crowdfunding cerró ese mismo ejercicio con unas recaudaciones -entre los cuatro tipos de financiación colectiva existentes en nuestro país- de 2,7 billones de dólares -casi 2.000 millones de euros-.
Con estas cifras, tan evidente es que la regulación del sector se imponía como necesaria, como que limitar las inversiones a 3.000 euros por proyecto y 6.000 por plataforma suponía cortarle las alas a un sector en plena expansión. Tanto es así, que la inversión media en participaciones de la plataforma de equity crowdfunding Sociosinversores es de 44.000 euros por inversor, lo que convertía el límite de 3.000 del ejecutivo en algo insostenible para ellos y, en general, para este tipo de plataformas.
Víctimas del límite
Tan insostenible que se cobró su primera víctima poco tiempo después de anunciarse las nuevas medidas. La plataforma de financiación de start-ups The Crowd Angel, que tenía una media por inversor y operación de 12.000 euros, tuvo que suspender sus actividades, y paralizar las operaciones por venir al ver reducidas sus cifras a un límite máximo de 3.000 euros.
"Es cierto que la Ley tenía algunos aspectos positivos y que la regulación era necesaria, pero nos vimos obligados a suspender temporalmente nuestros servicios por la insostenibilidad del límite", cuentan desde la plataforma .
Ambos límites (3.000 y 6.000 euros) se sitúan, de acuerdo con Ramón Saltor, CEO de la plataforma, "muy por debajo de la media de las operaciones de equity crowdfunding en España y otros mercados".