El planchar se va a acabar

Heraldo de Aragón

  Una percha que estira la ropa con pinzas puede ayudar a prescindir de la plancha. Se trata de un invento aragonés que, desarrolado con el apoyo de expertos en plástico, promete conquistar mercados.

Si la fregona o la olla exprés son inventos aragoneses que hoy triunfan en el mundo, ¿no podría serlo también una percha de plástico que estira la ropa y la deja tan lisa que nos permite prescindir de utilizar la plancha? De eso está convencido el zaragozano Isidro Sellarés, inventor de un producto que se dispone a dar el salto al mercado y en cuyo desarrollo han participado expertos de la Fundación aiTIIP (Asociación de Investigación Taller de Inyección de la Industria de los Plásticos), cuya sede está en Zaragoza.

El planchar se va a acabar, afirma Sellarés al hablar de su producto, registrado en la Oficina Española de Patentes y Marcas a finales de 2003 pero cuyo impulso para optar a estar más cerca del consumidor se ha dado desde el pasado mes de mayo, con la participación en la iniciativa de profesionales de aiTIIP. Con el nombre de Simple easy (simple y fácil) y con piezas de plástico -porque no se rompe, por precio, porque es elegante y señorial- el invento ha sido presentado a empresas de gran distribución, que se han mostrado interesadas en él pero esperan ver los primeros prototipos antes de decidir sobre su posible comercialización.

Aparentemente, la nueva percha planchadora es un producto sencillo. Simple, como su propio nombre indica. Por ello sorprende que no hubiese sido patentado antes en España y en la Unión Europea, donde también ha sido registrado por Sellarés. Tanto éste como el director gerente de la Fundación aiTIIP, Víctor Rivera, creen que es precisamente ahí, en la sencillez, donde puede estar la razón del éxito de Simple easy. Sellarés, que tiene un empleo fijo en una empresa no industrial, está convencido de que la percha puede ser bien apreciada en cualquier lugar del mundo. La gente está harta de planchar y prefiere dedicar su tiempo a otras cosas, a pasear, a disfrutar con la familia, a salir, argumenta.

¿Y vale el invento para cualquier prenda? ¿Podrá quien lo tenga en su poder verdaderamente prescindir de la plancha? Isidro Sellarés admite que en algún caso habrá que hacer uso de ese electrodoméstico y asegura que aquí ocurre lo mismo que con aquello de el frotar se va acabar de una firma de lavadoras. El frotar no se ha acabado del todo, apunta, y reconoce que pese al buen funcionamiento de su invento tal vez haya que planchar los puños de las camisas.

El simple easy consiste en una percha de plástico de la que penden cintas que ayudan a sujetar las pinzas que se colocan abajo. El peso de éstas deben tener entre 180 y 200 gramos y puede ser mayor si la prenda es de lana y menor si es de lino. La percha tiene arriba una pinza que le da más versatilidad, ya que le permite sujetarse a cualquier cuerda de tendido y a cualquier armario. Para que todo funcione mejor, reduerda Sellarés, la ropa debe colocarse en la percha húmeda, poco centrifugada.

La producción

El inventor sabe de la importancia de los apoyos de aiTIIP, fundación cuyo patronato es presidido por CEFA y en el que participan también BSH Electrodomésticos, Ingeniería Computerizada de Moldes, Faurecia, ACE, Peguform Ibérica, Contenur, Antolín y MIJU. Pero la producción de la percha planchadora, y en función de otros apoyos que pueda tener Sellarés, se encargará a una empresa transformadora de plásticos. El inventor quiere que sea en Zaragoza. Su creación ha nacido aquí y, señala, desde aquí debe ser proyectada.

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