www.elEconomista.es
Tras unos años de plena bonanza, que coincidieron con los primeros ejercicios de la actual crisis económica, en los que se disparó la aparición de redes, establecimientos y empleos con locales propios de las enseñas pero sobre todo con una expansión basada en el sistema de franquicias, el sector de la estética ya sabe lo que es vivir en primera persona los ajustes de los que hasta ahora había salido inmune. Unos ajustes que en su caso se han hecho en forma de absorción de unas marcas por otras, provocando por tanto una concentración en su mercado, que se ha saldado con la desaparición de cadenas, el cierre de establecimientos y la supresión de puestos de trabajo. Más información en la revista digital gratuita 'Franquicias y Emprendedores'
Concentraciones a las que se han sumado dos factores más que han contribuido a que el boom de la estética en las franquicias se haya desinflado y que son, por una parte, la todavía dificultad que tienen muchos emprendedores y franquiciados para acceder a la financiación bancaria que de oxígeno a sus negocios y la incursión en este sector de personas que no forzosamente están especializadas.
"No nos cansamos de decir que no todo el mundo vale para ser franquiciado y que para entrar en un sector, es necesario que el futuro franquiciado tenga formación en ese sector y las cualidades personales adecuadas para poder ejercer correctamente la actividad por la que ha apostado", sostiene Eduardo Abadía, gerente de la Asociación Española de Franquiciadores, quien recuerda que éste es uno de los diez mandamientos del franquiciado que esta publicación desgranó en su número del pasado julio.
Peluquerías, las que más sufren
Independientemente de cuál o cuáles sean las razones por las que las franquicias de estética han calmado su ritmo de expansión, las peluquerías son las que hasta ahora salen peor paradas frente a las nuevas enseñas de perfumería, sobre todo aquéllas que han apostado por perfumes de equivalencia, es decir, marcas blancas y precios bajos, que son las que muestran más fortaleza.
En una situación intermedia se sitúan las cadenas de belleza y estética y las de nutrición, gracias sobre todo al tirón internacional que han tenido algunas de ellas. Un tirón que sí ha contribuido a que las franquicias del sector hayan mantenido el tipo en sus cifras de facturación. Y es que son las ventas las únicas que arrojan datos positivos de este sector en el último año.
Según la información facilitada por la Asociación Española de Franquiciadores, las franquicias de este sector facturaron 823 millones de euros en el año 2013, lo que superó en 17 millones de euros a las ventas que había registrado un año antes. Eso sí, no fueron precisamente las franquicias las que más contribuyeron a este aumento, sino los locales propios de las cadenas.
De hecho, mientras los segundos facturaron hasta 68 millones de euros más entre enero y diciembre de 2013, los primeros vieron cómo sus ventas caían en 50 millones de euros durante esos mismos meses y respecto al mismo período de un año antes.
Redes operativas
Aunque peor es el análisis del número de redes operativas en el sector, su número ha caído en tan sólo siete enseñas, al pasar de 98 en 2012 a 91 en 2013. Peor aún es la comparativa en cuanro al número de establecimientos. Y es si al cierre de 2012, el sector de la estética, en todas sus variantes, contaba con 4.133 establecimientos en funcionamiento, al término del último año esa cifra había descendido en 512 unidades hasta los 3.621 locales operativos. De éstos 662 eran propios y 2.959 franquiciados.
Franquicias que también han visto descender sus unidades en 284, respecto de las 3.443 de 2012.
Lo mismo, aunque algo menos, ha sucedido con los establecimientos propios que han pasado de ser 690 a 662. Este cierre de establecimientos ha traído consigo una inevitable destrucción de empleo en el sector.
Los datos de la Asociación Española de Franquiciadores así lo revelan. Si en 2012 la cantidad de trabajadores consagrada a este sector, entre establecimientos propios y franquiciados, era de 14.646 personas, en 2013 esa cifra descensió hasta los 12.656 trabajadores.
Pese a todas estas cifras, las perspectivas para el sector para este año y sobre todo para los venideros vuelven a ser positivas. "La sensación para las franquicias del segmento de la estética porque se están proponiendo nuevas iniciativas", matiza el gerente de la asociación.