El pequeño comercio declara la guerra a las tiendas chinas de ropa
05/08/2005
Cinco Días
El pequeño comercio ha declarado la guerra a las tiendas chinas de ropa que proliferan en territorio español acusándolas de no pagar impuestos, no cumplir con la Seguridad Social y emplear mano de obra infantil, entre otras cosas. La Federación Círculo Empresarial Independiente, que incluye a 23 agrupaciones sectoriales y a más de 20.000 asociados y que representa al comercio minorista en la CEIM (Confederación Empresarial de Madrid), cifra en 1.383 millones de euros lo que el comercio textil nacional dejará de ingresar este año a consecuencia del impacto de las llamadas tiendas chinas.
Esta cantidad representa el 6,43% del total estimado a julio de este año, pero lo más relevante es que el porcentaje ha aumentado de forma considerable en los últimos dos años. El año pasado el comercio textil facturó unos 26.000 millones de euros y se calcula que para este año descenderá en casi 1.400 millones por este fenómeno que afecta, sobre todo, al pequeño comercio.
En el caso de la Comunidad de Madrid, donde se calcula que existen 8.000 establecimientos en manos de asiáticos, el porcentaje se eleva hasta el 14%, más del doble que la media española, según datos de la Federación.
Para evitar esta situación, la organización ha denunciado ante las Consejerías de Sanidad y Consumo y de Economía de la Comunidad de Madrid a 116 tiendas concretas por práctica irregular y desleal del ejercicio del comercio minorista.
Según Alfonso Tezanos, abogado y presidente de la Federación, el problema es que los comerciantes se ven obligados a cumplir numerosas normas y horarios, solicitar todo tipo de licencias, ser objeto de inspecciones regulares y pagar los impuestos correspondientes a su actividad, además de dar de alta en la Seguridad Social a sus empleados. Estas exigencias, añade, las sortean los propietarios y gerentes de los establecimientos asiáticos, ya sean pequeños supermercados, bazares o tiendas de ropa.
Cuando el comerciante dice a los inspectores que investiguen al local chino que tiene al lado, la respuesta es que no pueden abrir expediente porque no les consta ningún establecimiento en ese emplazamiento, asegura Tezanos.
Según Tezanos, uno de los problemas más preocupantes es que a la fabricación de productos en China (de donde parten muchas falsificaciones) se le ha sumado la distribución al por mayor en polígonos industriales específicos como el de Cobo Calleja en la localidad madrileña de Fuenlabrada (donde la policía ha incautado miles de artículos falsos). A todo ello se suma el último eslabón: el comercio minorista que, como el anterior, no paga IVA, según denuncia la federación española.
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