La paridad en el Consejo, misión imposible
29/01/2007
Expansión & Empleo
Pese a las recomendaciones del Código Conthe y a las propuestas de la Ley de Igualdad que tramita el Gobierno, la presencia de mujeres en los consejos de administración de grandes empresas continúa siendo testimonial.
La Ley de Igualdad, en trámite parlamentario, y las recomendaciones de buen gobierno recogidas en el Código Conthe, allanan el camino para lograr la paridad en los consejos de administración de las empresas españolas, lejos aún de la situación de otros mercados europeos y de Estados Unidos.
Cosa muy distinta será lo que ocurra en la realidad porque, según explican los expertos de las firmas de cazatalentos, siguen existiendo criterios de discriminación en los procesos de selección de las compañías y porque, en ocasiones, son las propias mujeres las que no están interesadas en esta proyección profesional.
Pero, el problema va más allá, y mientras no se establezcan las condiciones oportunas, muchas carreras femeninas quedarán truncadas por falta de una voluntad empresarial y social firme de cambiar las cosas.
Así, pese a los avances registrados en los últimos años, la presencia de las mujeres en los órganos de administración de las empresas continúa siendo testimonial: sólo hay diecinueve mujeres en las compañías del Ibex (dos más que hace un año) y en el resto del tejido empresarial representan el cuatro por ciento del total, según datos facilitados por la firma de búsqueda de directivos Spencer Stuart.
Treinta y dos empresas tienen mujeres en el Consejo y veinticuatro de las mismas sólo cuentan con una representante femenina. La mayoría son dominicales: titulares o representantes de paquetes accionariales con capacidad de influir en el control de la sociedad.
Soluciones
Para los implicados, las recomendaciones del Código Conthe y el contenido de la ley se quedan cortos, porque existe un problema de mayor calado.
El texto del Gobierno señala que "las sociedades mercantiles procurarán incluir en su consejo de administración un número de mujeres que permita alcanzar una presencia equilibrada entre hombres y mujeres en un plazo de ocho años", por lo que no se descarta la puesta en marcha de un sistema de cuotas como el contemplado en materia política.
La futura Ley de Igualdad obliga que entre un cuarenta y un sesenta por ciento de las listas electorales de los partidos tengan representación femenina.
Esta situación, sin embargo, hace un flaco favor a las ejecutivas. Luis Ferrándiz, socio de Spencer Stuart, explica que se ha encontrado con el caso concreto de una directiva que ha preguntado si le estaban proponiendo para el puesto simplemente por ser mujer o considerando su valía profesional.
Teniendo en cuenta el tamaño actual de los consejos de administración en España, para conseguir los objetivos que propone la Ley, sería necesario designar una media de ochenta nuevas consejeras al año, por lo que las mujeres directivas se convertirían en un valor en alza. Sin embargo, en los últimos cuatro años, la cifra de incorporaciones ha sido de apenas seis nuevas consejeras.
Por eso, para los expertos, la solución no está tanto en establecer un sistema de cuotas como en fomentar una base de altas ejecutivas que puedan competir en igualdad de condiciones con el talento masculino, y que las que ya existen logren alcanzar la cumbre empresarial sin encontrarse con el temido techo de cristal: un conjunto de normas no escritas que dificultan el acceso a los puestos directivos.
Por ejemplo, en España, los criterios para acceder a un consejo exigen al menos treinta años en puestos directivos de responsabilidad y, por ahora, hay pocas mujeres que cumplan estos requisitos. Así, la edad media de los consejeros se sitúa en 57 años.
"La decena de condiciones que se deben cumplir para acceder como consejero independiente no son el problema porque son coheren
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