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Es una fórmula medianamente frecuente entre las startups tecnológicas de nuestro país, pero la última ley que prepara el Gobierno podría cortarle las alas. Si tienes una startup y ofreces stock options a tus empleados, a partir de 2015 tendrán que tributar por ellas.
Las stocks options (opciones de compra de acciones) representan, desde la década de los 70, un modelo de retribución medianamente asiduo sobre todo en grandes empresas. Estas fórmulas hacen que los empleados o directivos reciban una opción de compra de acciones de su propia empresa a un precio generalmente por debajo de mercado.
De este modo, si la empresa cosecha buenos resultados, el empleado podrá vender sus acciones pasado un tiempo obteniendo unos generosos beneficios que compensarán (y de qué manera), el discreto sueldo percibido durante ese tiempo.
Este modelo constituye una de las teorías más frecuentes ligadas a la productividad laboral, los incentivos y la implicación de los trabajadores en el futuro de sus empresas, con lo que, de un tiempo a esta parte, han empezado a ser empleadas también en las startups tecnológicas.
Una práctica frecuente para captar talento
Las stock options también son usadas en España, donde las empresas con poca liquidez inicial recurren a esta fórmula para atraer talento (casi siempre extranjero) y poder competir con los inalcanzables sueldos que ofrecen las multinacionales, así como para captar posibles empleados a los que no les interese tanto su sueldo, sino las posibilidades que tenga su empresa de acabar pegando un pelotazo.
Gracias a ellas por lo tanto, un empleado puede no tener un gran sueldo pero, en caso de que su compañía acabe siendo vendida por millones de dólares, terminar siendo millonario gracias a las opciones de compra con las que en su momento fue obsequiado. Una fórmula, en consecuencia, a la que cada vez recurren más startups para birlarles talento a las compañías grandes.
Sin embargo, esta fórmula podría no ser tan atractiva dentro de poco. A día de hoy, la ley española del IRPF contempla que, si una persona obtiene un beneficio menor de 12.000 euros con sus stock options, ese dinero no será tributado de cara al Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas. Hasta ahora, la ley no fiscaliza los rendimientos bajos, sino los altos.
No obstante, el Gobierno ya ha redactado un anteproyecto de ley que elimina esa excepción. A partir de 2015, así pues, cualquier persona que tenga stock options (aunque no supere los 12.000 euros) estará obteniendo legalmente una “renta en especies” que, por tanto, tendrá que tributar. Además, la nueva ley también contempla la eliminación de la deducción del 40% para estos casos especiales.
La ley “impedirá el crecimiento de startups”
Para la Asociación Española de la Economía Digital (Adigital), esta modificación en la ley no es nada positiva, ya que “cercenará el crecimiento de startups en España y dificultará el desarrollo de la economía digital en nuestro país”.
Desde el colectivo defienden la baja tributación de las stock options ya que “son un instrumento esencial para atraer talento y empleados clave en startups y pymes tecnológicas, y permiten a estas competir por el mejor talento frente a empresas de mayor tamaño".
"En los estadios iniciales de una empresa los recursos son escasos. Y, especialmente en España, donde el acceso al crédito es complicado y los instrumentos de inversión privada no son fiscalmente atractivos, atraer capital humano cualificado es muy difícil y supone un obstáculo para la generación y el crecimiento de nuevas compañías y nuevo empleo”, han añadido.
Ahora mismo, el anteproyecto de ley está siendo debatido en el Senado. Si sigue su curso normal, se espera que la nueva normativa entre en vigor en 2015.