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El británico William Shakespeare es uno de los mejores escritores de todos los tiempos. Las historias que narró en sus escritos siguen siendo una fuente de inspiración para creadores de todo el mundo.
Pero, ¿por qué no va a inspirar también a los emprendedores? El poeta y dramaturgo fue capaz de encontrar palabras para definir gran cantidad de situaciones, que siguen siendo aplicables a pesar del paso del tiempo. Cada generación lee a Shakespeare, y encuentran nuevos propósitos en sus palabras, como apunta Michael Fertik, fundador de Reputation.com, en un artículo Inc.com.
Y, en concreto, Fertik apunta ocho frases que pueden ser especialmente inspiradoras para los emprendedores y sus equipos de trabajo.
1. "La brevedad es el alma del ingenio". (Hamlet)
Un buen emprendedor debe ser capaz de comunicar sus ideas en poco tiempo. Un buen orador destaca por ser capaz de hacer discursos cortos y sorprendentes. Es la base del Elevator Pitch, una de las fórmulas para convencer a los inversores.
2. "Tiento y pausa. El que apresurado corre, da tropezones". (Romeo y Julieta)
El ritmo vertiginoso de la sociedad actual provoca a veces que se tomen decisiones imprudentes. Hay que ser ágil, pero evitando las temeridades. El tiempo dedicado a pensar antes de tomar una decisión está bien empleado.
3. "Razones fuertes hacen fuertes acciones". (El rey Juan)
Una buena justificación ayuda a lograr mejores resultados, tanto en los negocios como en la vida. No hay que entregarse a una idea que cueste mucho trabajo justificar.
4. "Sabemos lo que somos, pero aún no sabemos lo que podemos llegar a ser". (Hamlet)
Hay que ser consciente de lo que es cada uno en todo momento, pero también hay que tener confianza por lo que se puede llegar a ser. Con trabajo duro y perseverancia se puede llegar a crecer hasta ser mucho más grande de lo que se es actualmente.
5. "Las cosas ganadas se acaban, la alegría del alma va en el hacer". (Troilo y Crésida)
El resumen más perfecto del espíritu emprendedor. Conquista la montaña es agradable, pero la verdadera satisfacción se logra en la lucha hasta alcanzar la cima, y los progresos que se hacen a lo largo del camino.
6. "No me gustan los términos justos y la mente de un villano". (El mercader de Venecia)
Algunas ofertas parecen demasiado buenas para ser ciertas. Hay que fiarse de los instintos, y echar el freno en un acuerdo si la persona con la que lo hace no le inspira confianza. Pregunte a quien haga falta, consulte, consiga información, y compruebe si se confirman sus instintos o si es demasiado desconfiado.
7. "¡Cuán lejos manda sus rayos esa pequeña candela!". (El mercader de Venecia)
Las labores propias del día a día pueden llegar a quemar a cualquier emprendedor. Son muchas las pequeñas tareas que hay que llevar a cabo antes de alcanzar algún éxito. En los momentos de flaqueza, la frase de optimismo de Shakespeare en 'El mercader de Venecia' resulta inspiradora, al recordarnos que incluso las pequeñas cosas pueden tener un impacto poderoso.
8. "¡Qué pobres son aquellos que no tienen paciencia! ¿Hay herida que sane de otra manera que no sea poco a poco?" (Otelo)
Para un líder la paciencia es una virtud esencial. Es importante tanto tenerla como transmitirla al equipo. Permite mantener la calma en los momentos de crisis, que pueden amenazar al proyecto.