www.elEconomista.es
El crédito tardará en normalizarse, pero 2013 selló el ejercicio con ciertos indicios de que los niveles más pobres de concesión pueden haber quedado atrás, al menos para las desfavorecidas pymes y en financiación al consumo. Los nuevos préstamos a empresas por importes inferiores a un millón de euros, asociados a las pymes, crecieron en diciembre un 9,60% frente al mismo mes del ejercicio anterior.
Se otorgaron operaciones de esa tipología por valor de 12.775 millones de euros en diciembre, montante alejado de los 25.000 o 30.000 millones que se concedían al mes con normalidad en pleno vigor económico, según reflejan las estadísticas del Banco de España. Pero se confirma la inflexión de un desplome recalcitrante iniciado en 2007, capaz de reducir el volumen de producción a ritmos cercanos al 20% en muchos años, hasta dejarlo hoy en apenas un 40% de lo que antaño era habitual.
La lectura positiva es que representa el tercer mes consecutivo de avances: en octubre quebró la tendencia, con una testimonial progresión interanual del 0,11% en la nueva concesión, en noviembre repuntó un 4,6% y en diciembre acelera al 9,60%. Insuficiente, en todo caso, para sellar el año en positivo: la producción total de 2013 resultó el 7,89% inferior al ejercicio previo.
Las pymes han sido el colectivo más débil frente a la carestía de crédito. Con los problemas de liquidez de la banca, sufrieron la mayor desatención en financiación, en muchos casos como efecto colateral de la reconversión de las cajas. Aquellas cuya sucursal clausuraba se han visto abocadas a buscar banco alternativo, renuente a prestarles dinero si carecen de balances estandarizados y los ratings de solvencia de las grandes sociedades, para evaluar su capacidad de pago.
El Gobierno se ha volcado en romper el pernicioso círculo y habilitar canales alternativos de financiación. Las pymes copan más del 90% del tejido productivo y de su prosperidad depende gran parte de la reactivación y creación de empleo. Con esta inquietud, el Ejecutivo reforzó las líneas del Instituto de Crédito Oficial (ICO), que junto al empuje del Banco Europeo Inversiones (BEI), ayuda a revertir la tendencia.
También la banca muda de estrategia y desde hace unos meses apuesta por las empresas, cuyos préstamos dejan márgenes más suculentos. El tipo de interés medio en nuevas hipotecas es del 3,16 por ciento y el 2,83 en préstamos para grandes empresas, frente al 5,18 aplicado en operaciones inferiores al millón de euros, según datos del Banco de España.
Algunas entidades, como Sabadell o Bankia, auguran progresiones de dos dígitos en 2014, aunque el saldo total financiado caerá o se mantendrá si las sociedades profundizan en la reducción de su endeudamiento.
Por vez primera en años, en diciembre se amplió también el importe en operaciones de valor superior al millón de euros vinculadas a grandes corporaciones. La nueva concesión alcanzó los 31.078 millones, con un avance interanual del 6,15%, si bien el computo anual cae el 23,8%. Las grandes compañías se las han ingeniado para sustituir el costoso y escaso crédito con préstamos del exterior -han pasado de representar un 23,8 al 33% en cinco años de crisis- y por medio de emisiones de deuda aprovechando la mejoría de la prima de riesgo.
La situación difiere en las familias. Los créditos al consumo se convirtieron en la avanzadilla de las señales positivas y en 2013, por vez primera, su nueva producción supera al ejercicio anterior íntegramente. Un regreso que coincide con la caída de su morosidad desde un 20ó30por ciento a menos de la mitad, si bien el camino para recuperar los saldos precrisis es aún amplio -apenas financian la quinta parte de épocas de bonanza-.
La deuda de hogares se encuentra comprometida, sin embargo, en hipotecas, cuyo saldo no ha dejado de caer desde su máximo en 2010. La previsión es que primen las amortizaciones frente a las operaciones nuevas, y el saldo en cartera permanezca a la baja durante un tiempo.
El proceso de desapalancamiento de las familias y empresas continuó en 2013 a un ritmo conjunto de casi el 6%. Así, la deuda de los hogares cayó el 5,5% interanual en diciembre, lo que supone una disminución sin precedentes y deja la suma total en niveles de enero de 2007. Al cierre de 2013 las familias tenían pendientes de devolver 787.393 millones -611.521 millones están en hipotecas-.
En las sociedades la deuda se redujo en el 6% en diciembre, siguiendo con la tendencia de los últimos años, hasta 1,072 billones de euros, 12.750 millones meno respecto a noviembre.