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Todo el mundo tiene claro que de los errores se aprende, pero no siempre es necesario cometerlos, basta con observar los que otros han cometido. Y es que, aunque cometer un fallo puede dar una gran lección, en ocasiones puede suponer el fin del negocio, o provocar importantes retrasos.
Algunos propietarios de negocio han explicado sus experiencias a addicted2success, destacando los errores cometidos y como pueden solucionarse. Estos fueron los nueve errores más graves, y la manera de evitarlos:
1. Falta de previsión
Si usted inicia un negocio, debe tener en cuenta el número de futuros clientes que puede tener. Muchas empresas requieren de necesidades adicionales, además de las que ella misma puede tener. En ese caso, es necesario coordinarse con una tercera empresa, para poder satisfacer correctamente las demandas de todos los clientes. Hay que dedicar el tiempo necesario a planificar el futuro: repercutirá en la satisfacción del cliente, y esquivará problemas antes de que sucedan.
2. Dilapidar sus recursos
Aunque es peligroso escatimar dinero en material esencial (por ejemplo, en un equipo fiable), tiene los mismos riesgos el dilapidar todos sus recursos de una vez. Hay que dar tiempo al negocio para evolucionar, y esperar antes de gastar demasiado capital. A la larga, tendrá el apalancamiento financiero necesario para llevar a cabo los ajustes necesarios, después de haber comprobado la evolución del negocio.
3. No estar en Internet
Este puede ser el error más importante en los negocios del futuro. Casi todas las empresas hoy en día presencia en Internet, ya sea en las redes sociales o con su propia web. Si su empresa no cumple estos requisitos, es muy difícil que el resto del mundo lo encuentre. De lo contrario, se quedará atrás respecto a la competencia.
4. Basarse en un solo cliente
En un mundo perfecto, cada cliente será fiel hasta el final de los días, pero la realidad es muy distinta. ¿Está su negocio preparado por si su vaca lechera viaja a prados más verdes? Hay que tratar de atraer a todos los clientes que sea posible para mantener la solidez del negocio.
5. Horario flexible
Que emprender sirve para trabajar menos horas es un mito. La cantidad de tiempo que se invierte en la empresa es tan valiosa como el capital monetario necesario para que el negocio crezca. Lo más probables es que, sobre todo al principio, trabaja mucho más que sus propios empleados. Al menos hasta que la empresa haya crecido, y la situación se calme, debería abandonar el sueño de trabajar solo cuatro días a la semana.
6. Control excesivo
Es imprescindible aprender a delegar para que el negocio crezca. Aunque se acaba de comentar la necesidad de echar horas al negocio, no quiere decir que tenga que hacer todo el trabajo. De todas formas, es necesario observar la labor del personal, y poseer los trabajadores necesarios para hacer las labores concretas. De la misma manera, no debe acapararse el proceso de toma de decisiones: hay que lograr un personal involucrado y que colabore con ideas.
7. No escuchar a los clientes
Lo que mata a la mayoría de start-ups es la simple ignorancia de lo que opinan los consumidores. Hay que tener en cuenta que uno de los objetivos fundamentales de cualquier negocio es ayudar a sus clientes a alcanzar el escenario idea. Por lo tanto, hay que tener en cuenta varias preguntas: "¿Mi empresa se acerca o se aleja de este objetivo?", "¿me están hablando los clientes?", "¿tienen los clientes una forma para decirme sus impresiones?". Escuchar a los clientes es lo más parecido a tener una bola de cristal que ayude a ver el futuro.
8. Ignorar a los demás
Algunos propietarios consideran que la mejor forma de crear una empresa es recurrir a los recursos propios, sin ninguna ayuda de los demás. Sin embargo, puede tener un amigo programador que le puede ayudar con la web por menos dinero, o un primo abogado que le puede echar una mano con el papeleo. No hay que tener miedo a pedir favores y ayuda.
9. Desconocer el mercado
¿A quién se dirige el negocio? ¿Qué hace la competencia? ¿Qué conocimientos tienen los usuarios? Enfocarse en un nicho concreto del mercado es una necesidad, para enfocar después las acciones de marketing y publicidad. Además, permite afinar en las necesidades de los clientes.