Las mujeres y los microcréditos
25/01/2007
La Vanguardia
Mohamed Yunus, Premio Nobel de la Paz, dice que las mujeres administran mejor el dinero y que siempre lo devuelven
Dice Mohamed Yunus, creador del microcrédito y Premio Nobel de la Paz que las mujeres administran mejor que los hombres el dinero, que lo gastan en la educación de los hijos, en su cuidado y alimentación y que lo invierten en avanzar.
Ellos, prefieren disfrutarlo en el momento y lo gastan en juego, prostitución, y bebidas; por eso, los microcréditos se conceden en un 90 por ciento a las mujeres porque ellas, lo devuelven siempre.
En España, el incide de morosidad de las mujeres que solicitan préstamos bancarios es inferior al 2 por ciento, un dato similar en el resto del mundo. Los bancos saben que las mujeres son excelentes administradoras, que reinvierten en su propio negocio y, sobre todo, que pagan siempre, pero aun así, el acceso a la financiación sigue siendo difícil para las mujeres del siglo XXI.
La creación de una empresa está considerada por la banca tradicional, como una "actividad de alto riesgo" y no todos los bancos creen en los proyectos defendidos por ellas.
En nuestro país, los préstamos concedidos a mujeres como primer titular representan un 4 por ciento del total, y aquellos en los que aparece la mujer como único titular sólo son dos de cada cien.
En el ámbito mundial, de todos los créditos concedidos, sólo el 3 por ciento son a mujeres.
Nuestro país está a la cabeza de Europa en autoempleo femenino, de hecho el 33 por ciento de las empresas creadas pertenecen a mujeres, y de estas, 22 de cada cien son de pequeñas autónomas.
Este carácter emprendedor tiene mucho que ver con el desempleo femenino, uno de los más elevados de Europa; sólo 40 de cada cien mujeres tiene trabajo estable, pese a que las españolas de las últimas décadas son las más formadas de nuestra historia (68 por ciento de licenciadas universitarias). Desde que Mohamed Yunus lo creara, hace más de tres décadas, la microfinanciación se ha ido extendiendo por el mundo entero.
Aunque tradicionalmente las zonas de influencia de estas políticas ha sido Latinoamérica, África y Asia, en los últimos años el creciente aumento de la "feminización de la pobreza" en sociedades desarrolladas ha hecho que países como Estados Unidos, Francia, Suecia, Gran Bretaña o España adopten este sistema, que representa una fracción minúscula del negocio financiero y supone menos del 1 or ciento del total del volumen anual del Banco Mundial. A veces, la alternativa a la subsistencia familiar está en los microcréditos: pequeños préstamos sin aval que permiten la apertura de un negocio.
El último estudio de impacto publicado por el Banco Mundial de la Mujer (BMM) en España, acredita que las españolas recurren al autoempleo con expectativas de salidas profesionales, mientras que las inmigrantes (70%) buscan el microcrédito como alternativa al servicio doméstico, creando pequeños negocios étnicos, casi siempre en sectores terciarios.
En nuestro país, el perfil de la beneficiaria de microcrédito es el de una mujer de 40 años, casada y con dos hijos; un 39 por ciento de ellas tiene estudios universitarios, porcentaje que se eleva al 60 por ciento en el caso de las mujeres inmigrantes.
Mientras el 48 por ciento, de los 190 microcréditos gestionados por el Banco Mundial de la Mujer en los últimos años se proporcionaron a mujeres españolas, el 52 por ciento restante fueron para inmigrantes, en su mayor parte procedentes de países de América Latina como Colombia, Argentina, Venezuela, Perú y Ecuador.
En el 99 por ciento de los casos la mujer se constituye como empresaria individual y el 40 por ciento de ellas trabaja sola. Pese a que el 37 por ciento confiesa que se ve obligada a trabajar todos los días de la semana y al 30 por ciento sólo le quedan unos 300 euros
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