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Si se repasan los consejos de administracion de las empresas de Ibex 35, solo se encuentra a tres mujeres: Dolores Dancausa (Bankinter), Ana Patricia Botín (Banco Santander) y Vanisha Mittal (Arcelor Mittal). Esta realidad, recogida en un informe de CCOO, refleja lo difícil que es para una mujer medrar en el mundo empresarial, y más incluso a la hora de emprender.
Cada vez hay mayores estándares de igualdad de oportunidades en el mundo de los negocios, pero el hecho de ser mujer sigue teniendo una repercusión significativa en los números que mueven la realidad empresarial. Fintonic quiere dibujar el paisaje que se abre para la mujer emprendedora: no todo son malas noticias, ya que cada vez hay más y mejores empresarias, aunque queda mucho camino por recorrer.
Womenalia, la red profesional que une a más de 250.000 mujeres, analizó las barreras a las que se enfrentan las mujeres al lanzar un negocio. En concreto, las ocho entrevistadas señalaron la ausencia de referentes en las que verse reflejadas, y la dificultad para conciliar vida laboral y familiar.
El porcentaje de hombres al frente de pequeñas empresas es de un 77%, mientras que en el caso de las mujeres es un 23%, según un estudio de Spain Startup y IE Business School. Los investigadores señalan que este bajo porcentaje contrasta con el aumento de mujeres que se han hecho autónomas en los últimos años.
Sector franquicias
Por sectores, el que concentra la mayor parte de presencia femenina es el de las franquicias. En el otro lado, el mundo 2.0 es en el que menos protagonismo suman, según Ellas2.
La segregación es el gran enemigo de las emprendedoras, según un estudio de la dirección general de Economía Social y Emprendedores de la Junta de Andalucía, una de las regiones en las que se dan más dificultades. Se trata de una realidad que se da en horizontal, con la concentración de mujeres en determinados sectores; y también en vertical, lo que tiene que ver con la resistencia que encuentran las mujeres para acceder a puestos más cualificados y mejor remunerados.
Techo de cristal
Pero la barrera más importante para una mujer trabajadora es el llamado techo de cristal, que les impide avanzar en su desarrollo profesional por tener que elegir entre trabajo y vida familiar y social.
El encontronazo con este muro suele coincidir con la edad media en el que la mayoría de carreras tienen posibilidad de crecer. Un dato significativo señala que el 54% de mujeres europeas en puestos de dirección no tienen hijos, frente al 29% de los hombres en el mismo cargo.
Ser empresario, tanto en el caso de los hombres como de las mujeres, es un reto lleno de altibajos. Desde Fintonic ofrecen una serie de consejos para potenciar los beneficios de la empresa.
1. Controlar cuánto se invierte en el negocio
El 88% de las emprendedoras empiezan invirtiendo menos de 60.000 euros; de hecho, el 67,8% no rebasan los 20.000 euros, apostando por el negocio de bajo coste. Tras esta inversión, es probable que sea necesario invertir ciertas cantidades periódicamente para recursos, comunicación, etc. Por ello, hay que saber al dedillo cuánto vas invirtiendo y el porcentaje de beneficios. Fintonic permite monitorizar sus cuentas al día y optimizar los márgenes al máximo.
2. Gestionar bien el número de clientes
Una vez sabido cuánto se quiere ganar, hay que calcular qué precio deberán tener los servicios ofrecidos, y cuánta gente deberá contratarlos para que se cumpla tu meta. Hay que ponerse manos a la obra para captar clientes.
3. Estimar gastos y beneficios
Una de las herramientas más útiles para diagnosticar el estado de una empresa es el balance, y planificar una evolución óptima. Para ello, Fintonic permite utilizar el filtro por fechas, para analizar cada partida de gasto.
4. Decir en voz alta lo que se quiere
No todo el mundo se siente a gusto hablando de dinero, pero es una actitud que tiene que cambiar. Las mujeres toman el 87% de las decisiones de compra, así que aunque no hablen de dinero, está claro que lo manejan como consumidoras.
5. Jugar y practicar
Los juegos de rol pueden ayudar a hablar de grandes cifras, de beneficios y de pérdidas sin tapujos. Antes de negociar una tarifa al alza, se puede practicar con alguien de confianza.