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La esperada Ley de Emprendedores traerá consigo no sólo la esperanza de una recuperación económica sostenida sobre la base del apoyo a pymes y autónomos, sino también nuevas estructuras societarias que en su afán de eliminar trabas nacen ya de por sí ineficaces.
Es el caso de las Sociedades Limitadas de Formación Sucesiva (SLFS). La nueva fórmula no requiere el desembolso inicial de los 3.005 euros que se exige para la constitución de las actuales S.L., pudiendo diluir la aportación en el periodo y plazos que el emprendedor considere necesarios. Aparentemente la medida supone un abaratamiento de los costes de inicio de actividad, pero las obligaciones y limitaciones que conlleva esta figura son trabas aún superiores a la propia aportación dineraria.
Las SLFS pretenden reforzar los recursos propios de las empresas y favorecer su crecimiento mediante un sistema de autofinanciación. Para ello se incrementa el porcentaje destinado a la reserva elevándolo hasta el 20% del beneficio neto de cada ejercicio. La medida limita también la retribución anual de socios y administradores al máximo del 20% del patrimonio neto de la sociedad hasta el total desembolso del capital inicial, periodo en el que finalizaría la formación sucesiva. Es decir, un emprendedor que se acoja a esta fórmula y aporte el capital mínimo sólo cobrará, en el mejor de los casos, 600 euros al año.
A pesar de que en el Análisis de la Memoria del Impacto Normativo estima que un 20% del total de SL constituidas anualmente optarán por esta fórmula, el CES (Consejo Económico y Social) emitió el pasado 10 de junio un dictamen sobre el anteproyecto de la Ley de Apoyo al Emprendedor en el que aporta una visión no tan optimista. El documento detalla que "este nuevo tipo societario prevé una serie de obligaciones y limitaciones que introduce numerosos problemas técnicos" y concluye que "la limitación de la retribución anual de los socios y administradores hace que la nueva figura resulte prácticamente inviable para los emprendedores que inician su actividad".
Ineficaz por naturaleza
La valoración que realizan las distintas asociaciones y entidades sobre las SLFS es unánime: "La medida nace absolutamente ineficaz". De hecho, si lo que se pretende es reducir el coste en el momento de la inversión, nuestra legislación mercantil cuenta ya con figuras como las comunidades de bienes o las sociedades comandatarias que no implican la aportación obligatoria de un capital inicial mínimo y pueden, a posteriori, transformar su personalidad jurídica a SL.
A este respecto, el Consejo Superior de Cámaras de Comercio afirma que "es previsible que otra de las contrapartidas al abaratamiento de costes, sea la imposición a la nueva sociedad de ciertas modificaciones estatutarias, las cuales una vez que se reúna la cifra de capital mínimo conllevarán unos costes a los que sería deseable se les aplicasen reducciones e incluso liberarles de aranceles notariales".
Adolfo Jiménez, presidente de Asefiget (Asociación Española de Asesores Fiscales y Gestores Tributarios) va más allá y afirma que las SLFS "nacerán descapitalizadas y en situación de quiebra técnica, lo que choca directamente con la legislación mercantil". Para Jiménez esta estructura tampoco tendrá incidencia ni en el incremento positivo del número de altas societarias ni en la creación de nuevos empleos y añade que "el Gobierno ha diseñado figuras propagandísticas que adornan y parecen baratas. Sin embargo hay otras fórmulas mucho más efectivas para reducir los costes y aligerar el peso que tienen las propias Administraciones en la creación de empresas".
Carlos Cruzado, presidente de Gestha (sindicato de técnicos del Ministerio de Hacienda) coincide con Jiménez en la teoría de la descapitalización inicial y añade que "la medida no tendrá largo recorrido puesto que las limitaciones que supone son mayores que el teórico ahorro que supone el desembolso inicial de los 3.005 euros".
Sin entusiasmo
Desde el Club del Emprendedor tampoco se muestran muy entusiastas. Su CEO y fundador, Efrén Miranda, valora la medida como "una traba más que supondrá un mayor riesgo para los acreedores de este tipo de sociedades ya que es muy posible que en caso de liquidación de la sociedad las SLFS no dispongan de recursos suficientes para pagarles".
Cepyme (la Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa) considera que "los requerimientos establecidos por la actual normativa sobre el capital desembolsado no son un obstáculo emprender", y añaden que "las estimaciones del Análisis de la Memoria del Impacto Normativo son muy optimistas; las SLFS tendrán un uso muy específico y reducido".
Por su parte, la valoración que ha emitido Upta (la Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos) respecto a la medida se sitúa en la misma línea del dictamen emitido por el CES, poniendo en duda su eficacia.