Programa de Apoyo Empresarial a las Mujeres (PAEM)

La invasión comercial china:mucho más que jerséis y pantalones

29/08/2005

El Mundo

  El desequilibrio comercial entre España y China se ha acentuado notablemente en los últimos años y va camino de batir un nuevo récord. ¿La razón? Aparentemente, estaríamos pagando la factura de la apertura de los mercados mundiales a los productos textiles chinos que tanto ha dado que hablar en los últimos meses. Sin embargo, el problema es más profundo.

El espectacular aumento de las importaciones chinas durante el primer semestre de 2005 se explica fundamentalmente por la llegada masiva de los productos textiles tras la eliminación de las cuotas arancelarias el pasado mes de enero, comenta Eduardo Morcillo, director de InterChina Consulting en España, una consultora internacional especializada en el proceso de implantación de compañías europeas en China.

El saldo negativo español en sus intercambios con China se incrementó en un 76% entre 2000 y 2004, ejercicio en que ascendió a 7.335 millones de euros, lo que representa un 12% del déficit total de nuestro país.

Sólo en los primeros cinco meses de este año nuestras compras al país asiático han crecido un 36%. En comparación, las importaciones de productos procedentes de la Unión Europea (con diferencia nuestro principal socio comercial) aumentaron un 7,4%.

España, entre los que más aportan al superávit chino

La masiva llegada de productos textiles chinos no es, sin embargo, la única explicación del creciente déficit comercial. También se da entrada a otro tipo de partidas comerciales de mayor valor añadido en las que China ha entrado con gran fortaleza, como componentes químicos, maquinaria industrial de gama media y componentes electrónicos e informáticos de gama media alta que cubren la necesidad de la industria española de ser mas competitiva via reducción de costes, explica Morcillo.

España no se encuentra entre los principales socios comerciales de China. Sin embargo, según los últimos datos del Ministerio de Comercio del país asiático, ocupa el quinto lugar entre las diez fuentes principales del superávit comercial chino, después de Estados Unidos, Hong Kong -que a efectos de cómputo comercial sigue considerándose como entidad independiente-, Holanda y Reino Unido.

Estrategias para la conquista

Las grandes multinacionales españolas probablemente nos sorprenderán en los próximos meses con importantes proyectos de inversión en China.

El avance de las exportaciones chinas es poco menos que imparable. El problema es que la evolución de las exportaciones españolas hacia China deja también mucho que desear. Entre enero y mayo de 2005 subieron un 12%, 24 puntos porcentuales menos que lo que crecieron nuestras importaciones, y eso que fue un buen resultado.

Para algunos, la dificultad estaría en el desconocimiento mutuo y la falta de entusiasmo empresarial por ampliar las miras hacia el gigante asiático.

China es una gran desconocida para España y, a la vez, China sigue viendo a España a través de sus tópicos: el flamenco, los toros, la paella... Lo que hay que hacer es convencer a nuestras empresas de que en China se puede estar como en cualquier otro país, que a pesar de problemas como el idioma o la distancia, explica Fernando Puerto, director de Relaciones Internacionales de las Cámaras de Comercio.

Frentes abiertos

Frente a la brutal competencia de precios que imponen los productos chinos gracias a sus bajísimos costes laborales, España puede ofrecer artículos más sofisticados.

El cliente chino es cada vez más exigente y está cada vez más preparado, por lo que hay que ofrecer productos a su nivel y nosotros los tenemos, dice Puerto. Pero más vale darse prisa: los productos chinos tienen cada vez calidades más aceptables y consiguen mantener unos precios muy reducidos.

Un paso clave para cruzar la gran muralla es la presencia de multinacionales de origen español, añade Puerto, que aportaría el empujón que les fa

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