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"Hace un año, un inversor extranjero podía encontrar en una gran capital del extranjero una oficina económica y comercial del Estado, otras de cada comunidad autónoma e incluso alguna delegación del Centro para el Desarrollo Tecnológica Industrial (CDTI). Esa situación ha cambiado", apuntó ayer el secretario de Estado de Comercio, Jaime García-Legaz.
En el acto estuvo acompañado por Román Arjona, presidente del CDTI (organismo encargado de gestionar los créditos y las subvenciones a la I+D+i de las empresas españolas) con quién firmó un acuerdo para integrar sus delegaciones en el extranjero con las del Instituto de Comercio Exterior (Icex). De este modo, las cien oficinas económicas y comerciales que España tiene en el extranjero integrarán en sus instalaciones al personal que tienen destinado en el exterior 14 comunidades autónomas (Andalucía, País Vasco y Cataluña han rechazado la oferta para integrar sus oficinas) y la plantilla que tiene el CDTI en las delegaciones con las que cuenta en Shanghái, Washington, São Paulo, Santiago de Chile y Rabat.
La principal novedad del acuerdo suscrito ayer por García-Legaz y el presidente del CDTI, Román Arjona, es que se pondrá en marcha un nuevo programa en el que se ofrecerán 16 nuevas becas, en las mismas condiciones que las concede el Icex, con lasque se tratarán de cubrir los dos grandes objetivos fijados en el acuerdo. "Promocionar las inversiones de alta tecnología en España y atraer los fondos de capital riesgo necesarios para esas operaciones", apuntó García-Legaz.
Otro de los efectos que se busca con la firma de este acuerdo es impulsar las exportaciones españolas intensivas en I+D y tecnología (tradicionalmente ligados a la industria farmacéutica, aeroespacial o de telecomunicaciones), que en la actualidad apenas representan el 6% del total. De hecho, España ocupa el antepenúltimo puesto dentro de la Unión Europea en esta clasificación. El escaso porcentaje que ocupan estas exportaciones en España contrasta con el 25% que suponen en Francia o el 15% de Alemania. Las ventas al exterior ligadas a la I+D no se han incrementado desde el inicio de la crisis, en favor de otros sectores industriales más maduros, como el automóvil o los bienes de equipo. Entre ambos suponen un tercio de las exportaciones.
"Tenemos que ir más lejos en el sistema de internacionalización de la I+D. Eso es lo que nos va a permitir impulsar la competitividad de bienes y servicios en un momento marcado por la consolidación fiscal y el desapalancamiento financiero", recalcó Arjona durante su exposición.