Cómo fomentar las iniciativas de sus empleados

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  Es casi una obviedad afirmar que sus propios trabajadores, que conocen desde dentro la empresa, pueden aportar buenas ideas para mejorarla. Las grandes empresas trabajan desde hace tiempo para canalizar las iniciativas de sus empleados, poniendo en marcha incluso complejos sistemas que conviertan esas ideas en beneficios cuantificables.

Pero cualquier empresa, por pequeña que sea, puede beneficiarse de las buenas ideas de sus trabajadores. Aquí van unas cuantas sugerencias para lograrlo:

• Para que los empleados empiecen a producir ideas, antes que nada es necesario que en la empresa se cree el clima propicio para ello.

• Analice cuál es la actitud en su empresa ante las iniciativas. ¿Le suenan estas frases?: imposible... no está en el presupuesto... nunca se ha hecho así... qué tontería... ¿por qué no te centras en tu trabajo?...

• Jamás desprecie a quien sugiera ideas inservibles.

• Todos los empleados tienen algo que aportar, desde el primero al último del escalafón.

• Enseñe a sus empleados a ser positivos. Esto supone ver los problemas como desafíos y enfrentarse a ellos con creatividad.

• No penalice que existan ciertos momentos de charla informal entre empleados (siempre dentro de lo razonable). Socializar aumenta la satisfacción laboral, el intercambio de ideas y también la creatividad. Incluso fomente estos encuentros: organice desayunos con usted alternando los empleados que vayan a asistir y mezclando trabajadores de áreas que apenas tienen contacto, etc.

• Fije reuniones periódicas, breves e informales de seguimiento de temas. Por ejemplo, una vez a la semana y de 10 ó 15 minutos de duración en horas de baja actividad. El tema podría ser: ¿qué dificultades se están encontrando (en la atención al cliente) (en el cumplimiento de plazos), etc.?

• Establezca algún sistema para presentar las sugerencias. Existen en el mercado complejos sistemas informáticos de presentación y seguimiento de ideas, pero el clásico buzón de sugerencias sigue siendo perfectamente válido.

• Las ideas deben ser evaluadas con criterio. Es necesario tomar una decisión respecto a ellas y establecer cómo y quién va a ponerlas en práctica.

• Reconozca públicamente a quienes aportan ideas. Muchas empresas pagan una pequeña cantidad de dinero al autor de una idea que se pone en marcha y un importe mayor al de la mejor idea del año.

Tenga en cuenta que todas estas sugerencias son más útiles si forman parte de una política global en la que se apuesta por la comunicación empleado-empresa y el trabajo en equipo.

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