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Financia tu proyecto con los primeros clientes
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Matías Hernández convirtió a sus primeros clientes en mecenas de su compañía. Toda una hazaña, pues logró financiar su aplicación sin haberla lanzado todavía al mercado. Utilizó lo que en la sociedad anglosajona se conoce con el nombre de bootstrapping. Es decir, lograr tus primeras ventas antes de lanzar el producto o compañía al mercado. Así, financias parte del proyecto con tus propios recursos y consigues un aval para futuras rondas de financiación con inversores.
Su empresa, Acústica Fácil, propone una herramienta online dirigida principalmente a arquitectos para realizar los cálculos necesarios en el control de ruidos a la hora de diseñar cualquier local público. No ha salido al mercado hasta hace un mes y medio, sin embargo, la idea se gestó a finales de 2011. Sin más ayuda que su ingenio y un simulacro de aplicación logró reunirse con una empresa instaladora de materiales de aislamiento y, tras varios encuentros, firmó la venta de un espacio publicitario preferente en su app por 6.000 euros, justo el capital que necesitaba para concluir el desarrollo de la misma.
El ejemplo de Hernández demuestra que se puede construir un negocio bajo esta fórmula. Y no sólo en Estados Unidos, donde la tendencia está más generalizada. Esta práctica, según indica Mario López de Ávila, profesor del Instituto de Empresa, "se realiza en España más que en ninguna otra parte porque es muy difícil conseguir capital. La mayor parte de las iniciativas emprendedoras pueden estar hasta un año en desarrollo y no van a perder dinero constituyendo una sociedad sólo para conseguir financiación". Eso sí, advierte Sèbastien Chartier, fundador del Salón MiEmpresa, "hay que tener un producto realmente interesante. La importante bajada del consumo en España como consecuencia de la crisis hace que no sea tan fácil encontrar a gente dispuesta ahora mismo a adelantar dinero antes de ver o tener el producto final en sus manos". No obstante, "estas técnicas hacen mucho más fácil encontrar financiación, ya que se está demostrando a los posibles inversores (bancos, fondos de capital riesgo, business angel, etcétera) que tus productos tendrán salida en el mercado y ofreces garantías mucho más serias", añade Chartier.
‘Developer Angel’
Conseguir el primer capital a través de los clientes puede funcionar para impulsar la empresa en sus primeras fases de desarrollo, pero como apunta López de Ávila, "hay momentos en los que por mucha creatividad que pongas en el proyecto, no puedes seguir avanzando sin una inyección de recursos". Es ahí donde entran los inversores privados.
Aunque también se puede echar mano de los llamados developer angel: un híbrido entre business angel y el capital riesgo y semilla, que apuesta por una firma de reciente creación a cambio de una opción de participación en la misma.
¿Qué es el ‘bootstrapping’?
* El bootstrapping es una práctica que utilizan algunos emprendedores para lograr financiación para sus proyectos. Significa emprender con los medios que tienes a tu alcance.
* Bajo el mantra de: “Si no tienes clientes, no tienes negocio”, los nuevos empresarios que se decantan por esta alternativa financiera venden sus ideas sin aún tener el producto en el mercado para testar la aceptación que tendría y, de paso, conseguir capital.
* Con este sistema, el emprendedor no depende de terceros inversores y el endeudamiento de la empresa será mínimo.
* El bootstrapping incentiva la creatividad, pues debes llegar a tus potenciales clientes y venderles tu proyecto.
* Por contra, este concepto puede ralentizar el lanzamiento de la empresa porque la financiación no suele ser tan elevada como la que se puede conseguir a través de un business angel o con subvenciones públicas.
* Además, reduce el tiempo de maduración en la creación y desarrollo de proyectos empresariales, ya que es necesario que éstos generen rapidamente ingresos, y dificulta el acceso a determinadas operaciones comerciales.
