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Uno de los mayores obstáculos con que se encuentra un emprendedor a la hora de montar su empresa es, sin duda, la falta de financiación. Todos los manuales del buen emprendedor aseguran que lo primero que hay que hacer es recurrir al entorno cercano (amigos, familiares, etc.), que debe ser el que ponga el dinero. Sin embargo, es evidente que, para ello, has de contar con un entorno que tenga dinero suficiente para apoyarte.
¿Y si no lo tienes? ¿Y si la gente que te rodea no tiene dinero? ¿Y si, en caso de tenerlo, no puede permitirse el lujo de dártelo para que montes algo que puede salir mal? En estos casos, muchos expertos reivindican la figura del 'business angel', una figura externa que se encargaría de aportar la financiación necesaria para el comienzo de la aventura empresarial.
Uno de los defensores de esta figura es el profesor Manuel Matés, fundador de Necotium y responsable del estudio Business Angels en España 2011: Factor clave en la financiación de empresas innovadoras en fases iniciales, un trabajo con el que busca incrementar el conocimiento sobre la inversión en empresas en fases iniciales y el 'statu quo' y tendencias de las inversiones de 'business angels' en España.
El tándem emprendedor-'business angel'
Para Matés, "el futuro de la innovación y de la creación de empleo depende en parte de la existencia del tándem emprendedor-'business angel', y España está perdiendo una oportunidad única para lograr que se creen y que se apoyen más empresas. Nuestro país necesita a este tándem como pilar básico para la regeneración del tejido empresarial y conseguir una mayor innovación y competitividad".
Y para demostrarlo, un dato: basta con fijarse en "el cluster 'ecommerce' en Barcelona: 22 empresas, 2.300 millones de euros de facturación anual y 6.000 puestos de trabajo. La mayoría de estas empresas han tenido el apoyo de 'business angels' y fondos de capital riesgo".
Los resultados de la investigación han sacado a la luz numerosos datos. Algunas de sus principales conclusiones son las siguientes:
- En 2011, los 'business angels' españoles invirtieron vía capital 59,4 millones de euros en 179 empresas en fases iniciales.
- La media de inversión por operación fue de 332.015 euros.
- El 81% de las operaciones han sido coinversiones entre varios agentes.
- El 56% de las inversiones son de redes y grupos de inversores organizados.
- Las Comunidades Autónomas que recibieron más inversión fueron Cataluña (26,9M€-45%), Madrid (17,2M€-24%) y Valencia (2,5M€-9%) seguidas del País Vasco y Baleares.
- El sector de internet supone el 45% del total de la inversión.
"Ya hay síntomas de ralentización"
Para Matés, resulta imprescindible que los poderes políticos asuman la importancia de la pareja entre emprendedor e inversor: "Si el Gobierno no reconoce la importancia de este tándem y no apuesta por una serie de medidas que apoyen realmente al emprendedor e incentiven fiscalmente a los 'business angels', al igual que en Reno Unido o en Francia, se corre el peligro de que esta inversión disminuya. De hecho, ya se han detectado los primeros síntomas de ralentización".
Según Pedro Bisbal, director de CV BAN, "por fin se puede empezar a hablar de un incipiente ecosistema de inversión privada en 'startups' en nuestro país. Los grandes retos para los próximos años son seguir difundiendo la figura del inversor de proximidad, orientar al emprendedor en las mejores prácticas para dirigirse a este colectivo y profesionalizar a las dos partes. Si además la administración desarrolla un marco legislativo propicio y contribuye con la creación de más vehículos de co-inversión público-privada veremos el definitivo despertar del sector en España".
En una idea similar insiste Enrique Dubois, cofundador de Mola.com: "Es fundamental el papel de las aceleradoras/incubadoras y 'business angels' que impulsan nuevas empresas y apoyan a emprendedores. Solo así se crearán nuevos puestos de trabajo y podremos remontar y volver a crecer".
No obstante, "para que se cree un ecosistema adecuado que haga de caldo de cultivo, hace falta apoyar estas iniciativas mediante incentivos fiscales y suavizar la penalización actual en el sistema legal español del fracaso".
Y es que "en España no nos falta talento, pero depende de todos los actores del ecosistema que salgamos antes o más tarde de la crisis".