España es el país más perjudicado con la ampliación de la UE
05/05/2005
Levante
La ampliación de la UE a 10 nuevos países del Este el 1 de mayo de 2004 significó un duro golpe para España, forzada a abandonar su papel de cenicienta ante la llegada de socios más pobres y perder en el próximo presupuesto plurianual hasta 43.000 de los 48.000 millones de euros que recibe hasta 2006.
La situación española podría recomponerse un poco si prospera una propuesta de la presidencia luxemburguesa de la UE, que ofreció una compensación gradual decreciente para los ejercicios 2007 y 2008, aunque la iniciativa choca con la negativa de varios duros: Alemania, Suecia, Dinamarca, Austria y Holanda. La intención de la presidencia luxemburguesa es incluir una cláusula transitoria que permitiría a España seguir aplicando para los fondos de cohesión comunitarios por dos años, 2007 y 2008. Además, algunas regiones españolas, entre ellas la Comunidad Valenciana, también recibirían compensaciones por los fondos estructurales. De este modo, y pese a tener ahora un PIB que corresponde al 92% de la media europea, España lograría atenuar, al menos parcialmente, el «efecto estadístico» de la ampliación a 25.
Para el gobierno español, en tanto, la cuestión de las denominadas «perspectivas financieras 2007-2013» ha tomado en los últimos meses el cariz de causa nacional. Es que desde su adhesión a la Unión Europea en 1986, España no ha dejado de recibir una gran cantidad de fondos comunitarios, y la posibilidad de una brusca interrupción a partir de 2007 asusta a más de uno.
Ofensiva de Exteriores.
Como parte de su ofensiva para tratar de evitar un escenario catastrófico, el Ministerio de Asuntos Exteriores de España envió tiempo atrás un estudio con el caso español a todas las cancillerías de los Estados miembros de la UE para tratar de sensibilizar a sus socios. Allí se explicaba que sin los fondos de cohesión (que reciben los países cuyo PIB es menor al 90% de la media europea, algo que España cumplía en la UE de Quince, pero ya no ahora) y sin los fondos estructurales (reservados a regiones atrasadas siguiendo un concepto similar), Madrid corre el riesgo de perder 43.000 de los 48.000 millones de euros que recibió en el presupuesto 2000-2006. En cifras anuales, y siempre según este estudio, España pasaría a recibir 714 millones de euros en lugar de 6.959 millones, una diferencia sustanciosa. A esto se suma la propia contribución española a los fondos comunitarios: 79.971 millones en 2007-2013 contra 54.875 millones de euros en 2000-2006, un aumento de 25.096 millones. Con estos números a la vista, la nueva propuesta de presupuesto lanzada a la mesa de negociaciones el lunes en un encuentro de cancilleres en Luxemburgo, supone para España una bocanada de oxígeno y una plataforma de lanzamiento hacia una negociación más razonable. «La propuesta es positiva, aunque eso no significa que sea suficiente. Por lo menos, ahora partimos de una posición razonable. Pero la negociación no ha concluido», según el ministro español de Asuntos Exteriores, Miguel Angel Moratinos. La negociación por los fondos de cohesión será más que dura ya que Alemania, Holanda, Austria, Dinamarca y Suecia se resisten a aportar más dinero al presupuesto comunitario, ya que «no ven con buenos ojos» para muchos, dejó de ser un país pobre hace ya varios años.
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