Empresarias pero no «superwomen»
09/11/2006
Levante
Las directivas destacan su mayor flexibilidad y reconocen incertidumbres en la
sucesión
«Podemos ser madres y empresarias sin considerarnos mujeres superwomen»,
coincidían ayer las tres directivas que participaron en el mesa redonda
Liderazgo, Mujer y Empresa: Mar Raventós (presidenta del Grupo Codorniu),
Carmen Riu (presidenta de Riu Hoteles) y Dolores Font Cortés (socia fundadora
dela textil Dolores Font Cortés). Incluso pueden preparar el desayuno y cenar
con el marido y los hijos -el almuerzo es otro cantar-, asistir a los
festivales del colegio, ayudar a los retoños en los deberes , e incluso
posponer una cita importante porque los vástagos deben curar una temible gripe
. Claro que, según la encuesta electrónica contestada por los 600 empresarios
de firmas de capital familiar, sólo el 16% están lideradas por una mujer en la
actualidad, frente al 48% de los varones.
La sesión del Instituto de Empresa Familiar (IEF) con estas tres directivas
convenció al auditorio -ampliamente dominado por el sexo masculino-, que lejos
de formalismos y rigideces protocolarias de ciertas disertaciones económicas,
se transformó en una interesante charla con un trío que relató experiencias y
anécdotas personales muy útiles para vivir eso que llaman conciliación laboral
y familiar; aunque tal vez por ley sea difícil de implantar. Al menos así lo
entendieron, con constantes aplausos, los presentes en el salón del Palau de
les Arts.
«Sin comidas de trabajo»
«Las comidas de trabajo no sirven para nada, se habla y se acaba concertando
una cita para otro día, en el despacho»; resaltaba la máxima mandataria del
conocido cava catalán tras confesar que en cierta ocasión rechazó un almuerzo
con un gran empresario con la excusa de haber quedado a comer con una «persona
muy importante». Esa persona tan afamada era uno de sus hijos y casualidades
de la vida, coincidió con ese empresario en el restaurante.
La hotelera Carmen
Riu confesaba que madruga para preparar el desayuno familiar, ágape que junto
con la cena «es el lugar donde aprendemos a hablar de los asuntos importantes».
Sea como fuere, reconocen ambas tres que el camino hasta llegar al liderazgo
empresarial no ha sido fácil. «Trabajar, trabajar y trabajar» es la clave,
para conseguir el triunfo, puntualizaba Carmen Riu tras insistir en el
necesario «aprendizaje», si existe, de la generación anterior.
También Dolores
Font, licenciada en medicina y cirugía dirige pymes -diseño y confección de
trajes de baño, pero también una clínica médica- coincidía con las dos
contertulias que manejan dos de las grandes compañías españolas del negocio
hotelero y del cava, respectivamente. De los padres, madres, hermanos y
familiares hay que aprender lo mejor; si bien no ocultaron su preocupación por
la sucesión: el mando la asumirá alguien de la familia o bien un profesional
externo.
Para estas mujeres resulta clave «aprovechar bien el tiempo», insistía Mar
Raventós. Así como cumplir el primer objetivo de la empresa: «satisfacer el
cliente», explicaba Carmen Riu al recordar que su padre dedicaba los domingos
por la tarde al repaso de cuestionarios de los clientes para mejorar el
servicio de los hoteles. Fruto de la larga experiencia, su madre, de 71 años,
todavía supervisa y pone en marcha la inauguración de los nuevos
establecimientos de la cadena hotelera balear. Incluso los del Caribe.
El período de formación es clave
El período de formación es un capítulo fundamental en la trayectoria
profesional de las mujeres al mando de las empresas. Cuenta Dolores Font que
tal vez sus conocimientos de anatomía le sirvieron para aprender a diseñar
prendas, y que el trabajo en<
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