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La sequía del crédito y los altos índices de morosidad son dos problemas graves que lastran el empuje del ecosistema emprendedor nacional, sobre todo en la escala de las pequeñas y medianas empresas. Los últimos datos son, en ese sentido, elocuentes. Según Eurostat, en el sector privado el flujo del crédito se desplomó un 8'8% durante el último año, situando a España en los peores niveles de la Unión Europea, por detrás de Grecia, Portugal y Hungría.
Si hablamos de morosidad, el seguimiento realizado por Cepyme (Confederación Española de la pequeña y mediana empresa) indica que, aunque la tendencia se mantiene a la baja, el índice de pymes morosas se encontraba al final del segundo trimestre de 2013 en el 91’3%.
Considerando los altos niveles de endeudamiento, el estancamiento del crédito y que el 66'5% de los pagos se realizan, a día de hoy, más allá de la fecha de vencimiento, han empezado a surgir herramientas alternativas para tapar las carencias del sistema. En cuanto a la financiación, el crowdfunding y las lanzaderas, en este caso con la implicación del capital riesgo y las redes de business angels, ha suplido en ciertos aspectos a los canales tradicionales de crédito.
Sin embargo, hasta el momento no existía ninguna alternativa tecnológica para luchar contra la morosidad. Precisamente, ése es el terreno de juego de Deudae, un servicio online lanzado hace apenas dos semanas por un grupo de emprendedores españoles con la objetivo de solucionar, en la medida de sus posibilidades, los problemas de financiación de pymes y autónomos mediante la compensación de deudas.
"No es un concepto nuevo. La compensación es algo que se hace en banca y en las grandes empresas, incluso Hacienda lo aplica. Hay iniciativas privadas y cámaras de compensación, pero a nivel de pymes y autónomos no existe nada, y no sólo en España, no hemos encontrado ninguna iniciativa parecida en el mundo. A nivel bilateral funciona, pero cuando metes a muchos jugadores necesitas una gran base de datos, y es lo que intentamos nosotros", explica a Teknautas Francisco Amián, consejero delegado de Deudae.
En esencia, se trata de una plataforma donde las empresas pueden registrar tanto las deudas que tienen contraídas como las que adeudan. A continuación, mediante un algoritmo desarrollado por el departamento de matemáticas de la UNED -su socio tecnológico; el legal es KPMG-, las empresas pueden establecer las conexiones necesarias, en su mayor parte desconocidas, para aplicar las compensaciones pertinentes. "Queríamos resolver legalmente cómo se puede cerrar ese círculo, emitiendo certificados de compensación de deuda", apunta Amián.
Círculos comunes
De este modo, el funcionamiento del sistema se basa en hallar círculos comunes entre acreedores y deudores para generar entre ellos certificados de compensación de deuda que las empresas puedan incorporar en su contabilidad. Aún no han podido iniciar ese proceso: necesitan superar el volumen de 5.000 facturas dentro del sistema. "Nuestro objetivo es llegar a la cifra de 50.000 empresas registradas al final del próximo año".
Siguiendo con los datos, al final del segundo trimestre de este año, el crédito comercial entre las pymes españolas se situaba en los 334.100 millones de euros, siendo el plazo medio de pago de 81'6 días, más de veinte por encima de lo que establece la ley.
"A todos nos cuesta cobrar. Los plazos de pago y de cobro se han alargado, y eso provoca que las relaciones comerciales se estanquen. Lo que hacemos en Deudae es darle liquidez al sistema mediante un método amistoso que, además, permite a las pymes sanear sus balances, algo que les permitirá también tener más opciones de acceder a financiación".
De momento, el principal reto de los creadores de la startup es aplicar la segmentación más efectiva para llenar la plataforma con el objetivo de que se puedan generar, lo antes posible, las relaciones internas para iniciar el proceso de compensación de las deudas.
"No sólo depende del número de empresas. Por ejemplo, no es lo mismo meter a 1000 autónomos, cada uno de un pueblo de España, que incluir a 100 del mismo pueblo. Estamos intentando asegurar la calidad de la base de datos, primero geográficamente, comenzando por Madrid. Después, también sectorialmente, centrándonos en sectores quizás más perjudicados, como puede ser la construcción", concluye Francisco Amián.