Programa de Apoyo Empresarial a las Mujeres (PAEM)

La deslocalización, una amenaza para el 15% del empleo industrial

25/05/2005

El Mundo

  Los sectores de material de transporte, equipos eléctricos y electrónicos, caucho y materias plásticas son las actividades que tienen un mayor riesgo de deslocalización hacia los nuevos países de la UE, según un estudio de la Fundación de las Cajas de Ahorros (Funcas), que señala que estos sectores aglutinan el 15% del empleo industrial de la economía española.

En el último Papeles de Economía Española de Funcas, dedicado íntegramente a los retos de la nueva Unión Europea, los economistas Lluis Torrens y Jordi Gual hacen un análisis del riesgo de deslocalización industrial en España ante el proceso de la ampliación de la UE, y concluyen que estos sectores presentan un riesgo sustancialmente mayor que los demás, especialmente el de material de transporte.

Con un riesgo general moderado pero por encima de la media, figuran madera y corcho, maquinaria de oficina e instrumentos y otros productos minerales no metálicos. Por su parte, los sectores de maquinaria y equipos mecánicos, textil y calzado y metalurgia son los que menos riesgo de deslocalización tienen hacia Europa del Este.

Los sectores con baja productividad relativa, como el textil, presentan un riesgo bajo de deslocalización hacia la Europa ampliada, mientras que los mayores riesgos se concentran en sectores de productividad media, donde verdaderamente se produce competencia con los países del Este, dados los avances de productividad que están teniendo.

El coordinador del último Papeles de Economía Española, el economista Francisco Javier Velázquez señaló que el riesgo del proceso de deslocalización hacia los países del Este obedece al interés por reducir costes, en especial costes laborales. La preocupación, dijo, parece fundamentada, dadas las amplias diferencias existentes en los costes salariales medios entre España y muchos de los nuevos socios europeos, con una relación de tres a uno.

Para evitar que este riesgo se materialice, Velázquez indicó que es preciso que España modifique su estructura productiva y que modernice su economía, con una mayor inversión en nuevas tecnologías y en I+D que hagan de España un país más competitivo, y pueda así ganar cuota de mercado por la vía de la calidad del producto, dado que en salarios es menos competitiva que los países del Este.

En cuanto al proceso de relocalización de los flujos de inversión extranjera directa, el análisis realizado por el profesor Jaime Turrión aprecia que la UE-25 tiene claramente cinco ganadores: Alemania, Polonia, Austria, Suecia y Finlandia; mientras que España, Portugal y Grecia, e incluso otros países del Sureste de Europa (Italia, Francia y el Reino Unido) son los claros perdedores. Por regiones, Aragón, Castilla y León, Cataluña, Comunidad Valenciana y Navarra serán las regiones que más noten las consecuencias positivas de una intensificación en las relaciones comerciales con la UE-25, ya que exportan bastante hacia Turquía, República Checa, Eslovaquia, Hungría o Polonia.

En cambio, los efectos más negativos los sufrirán Cantabria, Madrid, País Vasco, Cataluña y Galicia, debido a la sustitución de exportaciones españolas en el mercado comunitarios, mientras que la reducción de las exportaciones comunitarias a la economía española afectarán fundamentalmente a Galicia, Navarra, Castilla-La Mancha, Castilla y León y Aragón.

Finalmente, el profesor José Marín analiza la propuesta de las nuevas perspectivas financieras de la Comisión Europea para el periodo 2007-2013, y afirma que el coste de la ampliación no se distribuirá equitativamente entre los estados miembros de la UE, sino que los países con menor desarrollo económico serán los que en mayor medida se verán perjudicados.

Así, señala que España, junto con Portugal e Italia, serán los grandes perjudicados de la ampliación por la pérdida de fondos que sufrirán. De esta manera, el autor afirma que los nuevos socios comunitarios y los menos desarrollados de los UE-15<

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