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Cuando hablan del noveno Barómetro Internacional de Financiación de la Innovación, un estudio realizado por Alma Consulting Group, en donde comparan a España con ocho países europeos y Canadá, lo normal es echarse a temblar.
España no se caracteriza por ser un país que invierta mucho en I+D+i pero, sin embargo, cada vez nos acercamos más a los niveles de la UE y, como señaló en la presentación del barómetro, Emmanuel Mielvaque, director de Alma Consulting para España, asistimos a un repunte de la inversión en I+D por parte del Gobierno ahora que parece que lo peor de la crisis ha pasado.
Es cierto que el 86% de las empresas españolas dice que la innovación es relevante, pero sólo el 68% se declara innovadora, lo que implica que un 18% no consigue incorporar la innovación en su estrategia empresarial. ¿Por qué ocurre esto? "Además de la actual coyuntura económica, la principal limitación que encuentra el sector privado a la hora de innovar es el factor coste, principal barrera a la innovación en términos de retorno de la inversión, según datos de 2012 del Instituto Nacional de Estadística. Al coste como barrera de la innovación, le siguen el conocimiento y el mercado", aseguran desde Alma.
Incentivos fiscales
Para reducir el coste de las actividades innovadoras, las empresas pueden acudir a incentivos fiscales como dispositivo para atraer la inversión en I+D+i a una determinada región. Entre los recursos que emplean para innovar, se indican todos los instrumentos a su alcance, destacando que tanto a nivel internacional como nacional, la I+D ha sido financiada principalmente con fondos propios (ver gráfico). ¿Y qué es lo que falla? Pues que el 71% de las empresas españolas encuestadas innovan frecuentemente en productos y procesos, por lo que comparándolo con las empresas que emplean deducciones fiscales (52%), hay un 19% que podrían aplicarse deducciones y no lo hace.
"La deducción fiscal por I+D+i permite a las empresas recuperar entre un 25 y un 42% del gasto realizado en I+D y un 12% del gasto de los proyectos de innovación tecnológica". Hay que destacar también que el 22% de las empresas españolas que actualmente no aplican las deducciones fiscales acudían a ellas en el pasado y el 76% que emplean los incentivos fiscales a la I+D+i, los llevan utilizando más de cuatro años.
En cuanto a cómo realizan la gestión de las deducciones fiscales las empresas, el 75% tanto a nivel internacional como nacional, necesita ayuda de expertos. Las que trabajan internamente las deducciones, emplean para gestionarlas una media de dos personas por compañía. Este dato aumenta un 50% a escala internacional.