Cámara de Comercio de Sevilla
El PAEM, continúa obteniendo unos resultados muy favorables, situando a la Cámara de Comercio de Sevilla por encima de la media nacional y ocupando el primer puesto en número de empresas creadas y demandas de asesoramiento.
La demanda por excelencia entre las usuarias, es el asesoramiento sobre trámites, ayudas y subvenciones, formación y cooperación empresarial. El perfil de las emprendedoras que han pasado por nuestro Programa corresponde al de una mujer de entre 25 y 45 años, desempleada y con estudios secundarios o universitarios, que generalmente encuentran dificultades para acceder al mercado laboral y necesitan apoyo económico-financiero para iniciar su actividad empresarial.
Las actividades empresariales que predominan entre las emprendedoras sevillanas son las del sector comercial (prendas de vestir y complementos, alimentación, calzado, artículos de regalo y herboristerías, entre otras) con un 46%, le siguen las Peluquerías y Salones de Belleza y Estética en un 22% y con un 13% las Academias y Centros de Formación. Las actividades profesionales de Ingeniería, arquitectura y asesoramiento jurídico- laboral, constituyen un 9%, y el mismo porcentaje lo componen las actividades de nuevos yacimientos de empleo, es decir, empresas de servicios culturales y de ocio, de asistencia a domicilio de personas mayores y minusválidos y actividades relacionadas con las nuevas tecnologías de la información y la comunicación.
Las actividades empresariales relacionadas con los nuevos yacimientos de empleo, como es el caso del sector Turismo, el sector audiovisual, la gestión de residuos, las nuevas tecnologías de la información y de la comunicación y los servicios a domicilio (labores domésticas y atención personal dirigida a mayores e impedidos físicos y psíquicos), se registran dentro de los futuros proyectos empresariales encaminados por nuestras mujeres. Podemos decir que la emprendedora sevillana, es una mujer con capacidad suficiente para adaptarse a los nuevos cambios y atender a las necesidades laborales que demandan los ciudadanos.
En lo que a la Forma Jurídica se refiere la mayoría de los proyectos elaborados por las emprendedoras tienen como promotora una sola mujer. Así pues, la forma jurídica más adoptada por ellas es la de Empresaria Individual, seguida de Sociedad Limitada y Cooperativas o Sociedades Laborales.
Por último, señalar que pese a las dificultades que existen a la hora de crear una empresa y las escasas ayudas que todavía se destinan a los emprendedores con ideas y proyectos de futuro, todas nuestras empresarias han dejado claro que “cuando se quiere, se puede”. Incluso no se conforman con llegar hasta donde están ahora; sus objetivos se enfocan al medio y largo plazo. Son ejemplos a imitar por quienes se plantean empezar de cero, como un día hicieron ellas, marcando el camino a seguir.