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Hablar de las pensiones de los autónomos implica, per se, hablar de paradojas. Desde hace ya varios meses son las propias asociaciones de autónomos las que vienen reclamando al Gobierno una "reforma en profundidad" del Reta (Régimen Especial de Trabajadores Autónomos) que incorpore la cotización a tiempo parcial como pieza clave en la mejora de la sostenibilidad del sistema. De llevarse adelante la reforma, entrarían en el sistema entre 150.000 y 200.000 nuevos cotizantes, según las estimaciones de Upta (Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos), que destaca que, sólo en el sector de la enseñanza particular, "son más de 70.000 los profesores que ejercen de forma irregular".
La aprobación de esta medida se convertiría, además, en un incentivo para el Estado en la lucha contra el fraude fiscal. Sebastián Reyna, secretario general de Upta, explica que estimular la entrada de estos colectivos "supondría la reordenación de una parte de la economía que ahora está sumergida". Sin embargo "la reforma integral del sistema" propugnada por Ata (Federación Nacional de Asociaciones de Autónomos) y apoyada por el resto de asociaciones y grupos políticos no es tarea fácil.
Actitud expectante
Y no sólo por la actitud expectante del Ministerio de Empleo que, parece ser, estaría preparado para asegurar una gestión eficiente del cambio, sino por la propia conciencia de un colectivo en el que "ni ellos mismos se creen que puedan cobrar una pensión de jubilación", se lamenta Reyna. Circunstancia sobre la cual insiste Francisco de Palacio, director de Relaciones Institucionales de Ata, "los autónomos debemos ser conscientes de que cotizar no es un impuesto. Son beneficios a largo plazo. Pero debemos defender un sistema justo y equilibrado que establezca tramos en función de los ingresos reales y de las particularidades de cada autónomo".
El sistema de cotización parcial es nuevo. El Estatuto del Trabajo Autónomo reconoce el principio de regulación de cotizaciones parciales. De hecho pueden acogerse a la parcialidad los trabajadores en situación de pluriactividad, autónomos colaboradores y del comercio ambulante. Y a la vista de los resultados se ha demostrado que la fórmula es más que efectiva. En el caso de los autónomos del comercio ambulante, desde entrada en vigor de la medida las altas se incrementaron más de un 35% y en palabras de Reyna "se puede considerar que es un sector que está regularizado al 100%".
Pensiones bajo mínimos
El 85,7% del colectivo de trabajadores por cuenta propia cotizan por la base mínima. Hecho que repercute directamente en el líquido de sus pensiones de jubilación. Mientras que la pensión media de los autónomos que cotizan por la mínima apenas supera los 600 euros al mes, los cotizantes de máxima perciben pensiones de cerca de 2.200 euros mensuales. Diferencia que supera los 1.500 euros y que, en menor medida, también se produce si comparamos con la retribución de los trabajadores adscritos al Régimen General (956,65 euros).
Según los datos de Seguridad Social, las pensiones de los autónomos se encuentran un 38% por debajo de las del Régimen General. En cifras redondas, los autónomos perciben 348 euros menos que los trabajadores por cuenta ajena. Una casuística que muchos de los profesionales del colectivo compensan mediante la contratación de seguros privados y cuyas aportaciones llegan a ser muy superiores a las de un incremento de sus bases de cotización.