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Casi 200.000 locales comerciales se verán afectados por la finalización el próximo 31 de diciembre de los contratos de arrendamiento de renta antigua firmados antes de mayo de 1985, según ha denunciado este miércoles la organización de autónomos UPTA, que ha alertado de que los nuevos precios de los alquileres podrían conducir al cierre de muchos negocios y a la destrucción de puestos de trabajo.
Esta situación, explica UPTA, llega en un momento en el que el comercio minorista está perdiendo ventas (un 8% en el último año) y empleos (175.000 puestos menos entre 2010 y 2013). También se verán afectados por esta medida el 19,5% de los establecimientos hosteleros.
Por ello, la organización confía en que la Comisión de Economía del Congreso acepte una enmienda del PSOE al proyecto de ley de medidas urgentes para el crecimiento, la competitividad y la eficiencia que se debate este miércoles en el Congreso y en la que se plantea una moratoria de 5 años para el fin de los contratos de renta antigua, lo que supondría "tiempo suficiente" para poder negociar los nuevos precios y para que la economía mejore su situación.