Expansión
La crisis eleva el número de nuevos empresarios y de inversores privados, cada vez más profesionalizados, dispuestos a apoyarles. Luis Martín Cabiedes, Xavier Arquerons y Alejandro Santana son tres ejemplos.
El genio creativo del capitalismo se abre paso en España. La crisis económica está elevando el número de emprendedores que buscan financiación para proyectos. De la misma forma, que crecen los inversores privados (business angels), que buscan alternativas de inversión rentables, a la luz de las pérdidas de los últimos meses en activos tradicionales, como la renta variable y el sector inmobiliario.
Se trata de inversores que emplean criterios profesionales, proporcionando una financiación anterior a la entrada de fondos de capital riesgo, con cantidades de entre 100.000 y el millón de euros. Está agrupados en la patronal del sector, la Asociación Española Business Angels Networks (Aeban), que ha nacido uniendo 20 redes de inversores privados como socios –400 business angels– que han invertido 20 millones de euros en los últimos tres años. Entre las entidades representadas están la Red de IESE, que es la mayor de España con 110 miembros y 23 proyectos apoyados, Keiretsu Forum España (con 50 miembros) y Business Angels Network Catalunya (Banc).
"Con la crisis económica hay muchas empresas con necesidades de financiación para iniciar su andadura, o para recapitalizarse, en caso de grupos existentes. Paralelamente, los business angels han aumentado su apetito inversor por el menor atractivo de la bolsa y el sector inmobiliario", explica el profesor de IESE, Juan Roure, presidente de Aeban. A su juicio, hace falta un mayor apoyo gubernamental para equipararnos a países como Estados Unidos, donde el 60% de las empresas tecnológicas incorporan un inversor privado.
Ejemplos
Luis Martín Cabiedes es un ejemplo de business angel. Descubridor de compañías como Olé (que dio origen a Terra) y MyAlert, ha apoyado a 22 empresarios en sus inicios. "Seguimos unos criterios de inversión profesional. Nos equiparamos al capital riesgo en términos de seriedad, transparencia y buenas prácticas", explica. Actualmente, participa en 15 proyectos, entre ellos, Privalia, grupo de comercio electrónico en moda, y Sclipo, una red social de aprendizaje (web 2.0).
Alejandro Santana, consejero delegado del grupo inversor familiar Perennius, es otro ejemplo. En tres años, ha entrado en cinco empresas tecnológicas de nueva creación. "Buscamos proyectos punteros que permitan resolver problemas y tengan una demanda comercial", explica Santana. Perennius participa la firma de software Quantyca y la plataforma de servicios de teleasistencia médica Nuubo.
Si de veteranía se trata, el empresario Xavier Arquerons lleva 20 años apoyando proyectos de nueva creación. Entre otros, una exitosa inversión en la empresa de impresión digital Printcolor. "Combina nuestro interés por la industria y por las nuevas tecnologías", dice.