Programa de Apoyo Empresarial a las Mujeres (PAEM)

Brenda Pejovich: "El Estado de Bienestar ahoga a las empresas"

30/08/2013

www.elEconomista.es

 

"Vivo el sueño americano", presume Brenda Pejovich, una descendiente de emigrantes yugoslavos que, tras graduarse en su querida Universidad de Texas, fundó en 1986, con 23 años, su primera empresa de consultoría. Trece años después, la vendió a un grupo financiero merecedor de figurar en la lista Fortune 1000, y Pejovich sigue dedicada con éxito al asesoramiento a inversores, pese a las grandes trabas con las que, a su juicio, el sector público lastra al emprendimiento en los Estados Unidos. Así lo explicó recientemente en una conferencia en Madrid organizada por el think tank Civismo.

Su conferencia se titula 'Estado de Bienestar versus oportunidades'. ¿De verdad se oponen?

Lo afirmo desde la experiencia de quien no es economista, sino emprendedora y sufre el ahogo que puede suponer la regulación destinada a expandir el Estado de Bienestar a la hora de mantener una empresa, o su efecto pernicioso sobre variables como el paro juvenil. Lo vemos en Estados Unidos, país organizado federalmente, en el que sus integrantes compiten también mediante sus legislaciones. Hay casos como el de Texas, donde se entiende que sin oportunidades no puede haber bienestar y otros, como California, donde no tienen tan claro ese hecho.

¿Y qué consecuencias tiene esa diferencia?

Las estadísticas muestran cómo dos millones de californianos, en no pocos casos con muy alta cualificación, han emigrado recientemente y el destino elegido por muchos de ellos ha sido Texas. Eso se debe a las diferencias de competitividad entre ambos Estados; las mismas que pueden existir en Europa entre diferentes países.

Según su criterio, ¿qué es lo que California está haciendo tan mal?

Falla su legislación sobre impuestos y sobre otros aspectos como el salario mínimo. En Estados Unidos, éste no puede ser inferior a un suelo que establece el Gobierno federal, pero sí que puede superar ese límite si los Estados así lo deciden. El salario mínimo californiano es mucho más alto que el texano y esto tiene un impacto directo sobre el paro juvenil. En el primer caso asciende al 20,2%; en el segundo no pasa del 13,5%.

Y cuando se llega al 50%, como en España, ¿qué hacer?

Sólo me atrevo a recomendar a las empresas que velen para evitar que proliferen las trabas en el medioambiente en el que trabajan que les impiden contratar. En Estados Unidos, por ejemplo, nos preocupa el aumento del suelo del salario mínimo que ha propuesto el presidente Obama.

En España vemos también una solución en el emprendimiento. ¿Qué nos aconsejaría?

Tener claro que la definición de un emprendedor es una persona que corre riesgos. Hay que tener coraje para aprovechar las oportunidades y trabajar duro para ofrecer un buen producto. Todo ello en un contexto que deje libertad a las oportunidades.

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