Un bar por cada tres pequeños comercios
18/09/2006
Cinco Días
Que España es un país eminentemente de servicios es casi una obviedad sobre la que las principales instituciones económicas y estadísticas (Banco de España e INE) llevan varios lustros haciéndose eco. Sin embargo, la idiosincrasia del país y su desarrollo económico reciente, al hilo de las instituciones europeas, permite dibujar una distribución muy sui géneris de las actividades productivas dentro del sector servicios, diferenciada incluso de otros países latinos, cercanos a los usos y costumbres españoles, como Portugal, Francia o Italia.
Así lo refleja el Anuario Económico 2006 de La Caixa que hizo público ayer la entidad financiera. El anuario -que recoge datos estadísticos e indicadores socioeconómicos de cada uno de los 3.209 municipios españoles de más de 1.000 habitantes existentes en España, cuya población representa el 96% del total- vislumbra un país en el que el turismo y la hostelería marcan la pauta frente a otras actividades del sector servicios como el comercio minorista o al por mayor.
Las estadísticas lo ponen de manifiesto. En 2005 había en España 328.202 bares y restaurantes, desperdigados por toda la geografía nacional, o lo que es lo mismo, un establecimiento de este tipo por cada 135 habitantes, récord mundial. Cataluña y Andalucía se llevan la palma, con el 15,9% y el 15,7% del total nacional, respectivamente. En la primera comunidad, cobra importancia el número de pequeños restaurantes, mientras que en Andalucía se dispara la estadística en el número de cafeterías y bares, muy ligada a la cultura de la búsqueda del ocio fuera del hogar.
Los más de 320.000 establecimientos de este tipo en todo el país hacen competencia incluso a toda la actividad comercial.
Hoy por hoy, están registrados como tal 943.957 pequeños comercios (sólo tres por cada bar), lo que ilustra la fuerte tendencia que hay hacia la apertura de establecimientos relacionados directa o indirectamente con la restauración antes que poner un pequeño negocio de venta al por menor. El comercio al por mayor es otra posibilidad pero limitada, ya que sólo están registrados 190.571 actividades en todo el país.
El incremento poblacional de los últimos años no ha hecho variar esta tendencia. Mientras que la población ha crecido un 8,9% desde el año 2000 hasta los 44,1 millones de habitantes, el número de establecimientos lo ha hecho al mismo ritmo, prueba de que los nuevos residentes se adaptan a las circunstancias con que se encuentran. Otra característica remarcable es la fuerte bancarización existente (40.232 oficinas). Ahora bien, mientras que el número de oficinas de bancos ha caído un 16,2% entre 2000 y 2005 (2.741 menos), las de cajas de ahorro han aumentado un 17,2% (3.161 más).
Por su parte, el desarrollo tecnológico es un claro handicap con que cuenta la economía española, en relación con la media comunitaria, aunque éste se va corrigiendo poco a poco. En tres años se ha pasado de 8 líneas de ADSL por cada 1.000 habitantes a 56 líneas, siete veces más coincidiendo con el despegue del móvil.
El turismo, concentrado en cuatro comunidades
Dentro de los servicios, el turismo tiene un peso específico relevante en la economía española que, sin embargo, está muy mal repartido.
Cuatro comunidades autónomas (Andalucía, Canarias, Cataluña y Baleares) concentran el 63,6% de la actividad turística nacional por número de visitantes e ingresos, según La Caixa. Si se suma Madrid y Comunidad Valenciana, el porcentaje se eleva al 82,9%.
Es decir, las otras 11 comunidades disfrutan de sólo el 17,1% de la tarta turística. Algunas de ellas como Castilla y León, están muy alejadas de sus verdaderas posibilidades si se tiene en cuenta el patrimonio histórico y cultural del que gozan. A esta circunstancia se añade el hecho de que la industria suele estar concentrada en algunas de estas comunidades turísticas como Cataluña y Madrid. Todo ello provoca
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