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El anteproyecto de Ley que pretendía regular el 'crowdfunding' indignó a las principales plataformas que ofrecen este tipo de financiación en nuestro país. Los límites que establecía podrían poner fin a un mercado en ciernes. De momento, esta norma está parada y los emprendedores todavía pueden capitalizar sus ‘start up’ a través de esta vía.
El crowdfunding moverá este año 65.000 millones de dólares (48.000 millones de euros) y generará 270.000 puestos de trabajo en EEUU. No sólo eso. De continuar a este ritmo, los expertos estiman que en 2020 esta vía de financiación contribuirá a la capitalización de nuevas empresas en 500.000 millones de dólares anuales (369.000 millones de euros) y creará dos millones de puestos de trabajo. En España la realidad es muy diferente. Aunque esta modalidad de financiación, por la que cualquier persona puede contribuir con sus ahorros a sacar adelante un proyecto, está creciendo rápidamente, la cantidad a la que, en general, puedes aspirar a conseguir es casi ridícula. Y eso a pesar de que, según datos publicados por Infocrowdsourcing, "el importe de los fondos conseguidos por las plataformas de financiación colectiva en España ascendió a 19,1 millones de euros en 2013, por lo que duplica las cifras registradas en el ejercicio anterior". El estudio sobre el mercado de crowdfunding en España y Latinoamérica 2013 también revela que el modelo de donaciones es el que más creció en nuestro país al triplicar la cifra registrada en 2012.
Una de las plataformas de crowdfunding más importantes de España que ha recaudado más de tres millones de euros desde 2010, Lánzanos, ha realizado la primera investigación en nuestro país sobre las razones que llevan a las personas a invertir o confiar en proyectos promovidos a través del modelo de financiación colectiva. De las más de 3.000 encuestas realizadas, se extraen conclusiones como las siguientes: un tercio de los mecenas sólo ha invertido en un proyecto vía crowdfunding, y otro tercio en dos o tres. En cuanto a las cuantías aportadas, más de la mitad son inferiores a los 50 euros. Son datos que se encuadran dentro del llamado crowdfunding de donativos.
De momento, la financiación colectiva, en todas sus modalidades, se presenta como una opción interesante para encontrar inversión. Al menos para las primeras fases de crecimiento de una empresa. Sin embargo, la nueva Ley que propone el Gobierno podría frenar el crecimiento de este movimiento. Esto es lo que opinan las principales plataformas de equity y lending que operan en nuestro país y que se han unido para ser atendidas como uno de los actores imprescindibles en el diseño de la norma que lo regule.
El equity crowdfunding y el crowdlending son las fórmulas de financiación colectiva que se pretenden legislar. Van un paso más alla: En el primer caso, el mecenas obtiene, a cambio de su aportación, acciones de la empresa. De ahí que las contribuciones suelan ser algo superiores. Sin ir más lejos, en Bihoop.com, por ejemplo, los tickets parten de 1.000 euros.
En cuanto al crowdlending, en el que un particular presta dinero a un negocio, como si se tratara de un banco, sucede más de lo mismo. Plataformas como Zedcap, por ejemplo, gestiona préstamos de entre 5.000 y 150.000 euros, para periodos de entre 6 y 60 meses. Lendico, plataforma online de carácter internacional de préstamos P2P (entre particulares), ha recibido más de 1.500 solicitudes de préstamos por valor de 200 millones de euros en los cinco países en los que opera –Alemania, Austria, Polonia, Sudáfrica y España–. Según la plataforma, una cuarta parte de este montante, 50 millones de euros, corresponde a nuestro país.
Por supuesto, hay honrosas excepciones. La localidad de Villacañas (en Toledo) pedía 35.000 euros para crear una cooperativa y cultivar la primera media hectárea de azafrán, como punto de partida para reconvertir un pueblo que antes de la crisis se dedicaba fundamentalmente a fabricar puertas de madera y que en la actualidad padece una tasa de paro superior al 50%. La cantidad recaudada, de hecho, supera los 35.000 euros que solicitaban. Y también han nacido plataformas especializadas en un sector en concreto. Éste es el caso de Safari Crowdfunding, un punto de encuentro entre mecenas particulares y emprendedores científicos y tecnológicos. Una de sus ventajas, según Ángelo Gómez, promotor de uno de los proyectos que buscan financiación a través de esta plataforma, Biomédica Molecular Medicine, "es la inmediatez con la que se consigue el dinero en una campaña. Unos plazos inferiores a los de cualquier otro tipo de inversión tradicional que habíamos valorado".
Cambios
Esta vía de financiación sufriría un significativo parón si entrara en vigor la Ley que la regularía tal y como se presentó en su anteproyecto. "Si hubiera estado vigente la norma, el 80% de las inversiones que se realizaron el año pasado a través del crowdfunding no se hubieran producido", advierte Miguel Ángel Trujillo, director en España de la plataforma de equity crowdfunding FundedByMe, quien recuerda que, de momento, la ley está parada. Trujillo, que conoce bien la legislación sobre la materia en las principales plazas europeas, cree que un buen modelo en el que fijarse sería el británico: "Sobre todo en cuanto a las exenciones fiscales que plantea, tanto a la inversión a través del crowdfunding como a los business angels". Además, el director en España de FundedByMe asegura que el mercado está evolucionando y los business angels se están profesionalizando y virando hacia operaciones que antes eran propias del capital riesgo, que ya se fija en empresas en etapas más maduras. "De esta manera, el crowdfunding podría llenar el hueco que dejan los business angel". No sólo eso. Trujillo recuerda que la financiación colectiva cuenta con un fuerte componente internacional.
Desde Lánzanos se pide prudencia hasta conocer cómo será la ley definitiva para saber el alcance de los límites y las privaciones. "En cualquier caso, la norma va a retirar del mercado a muchas plataformas debido a las condiciones económicas que prevé (capital social superior a 50.000 euros o seguro de responsabilidad civil de 150.000 euros), lo que mejorará la competitividad de las firmas que se repartan el mercado del lending y del equity crowdfunding".
El crowdfunding, asimismo, no es sólo un sistema para levantar capital; también sirve como campaña de márketing de la empresa y una manera de validar en el mercado la calidad del proyecto. Así lo aseguran los expertos, que consideran que esta fórmula, además de una buena vía a la financiación, es una manera estupenda de hacerse ver, no sólo entre los pequeños inversores interesados, también entre financiadores más potentes. Trujillo desvela, incluso, que este sistema es tan importante como campaña de imagen "que hay business angel europeos como Paulo Andrez, presidente de European Business Angel Newt-work (EBAN), que ya empiezan a exigirlo como medio para filtrar los proyectos en los que invierte".
Una vía de financiación alternativa, un buen escaparate para nuevos proyectos y una fórmula que el año pasado movió en todo el mundo más de 5.000 millones de dólares (3.700 millones de euros).
La nueva ley de la financiación colectiva
* El Gobierno español está planteando la regulación del modelo de financiación colectiva y, a pesar de que en un primer momento se estudió la posibilidad de aplicar una serie de límites a la inversión Luis de Guindos, ministro de Economía, anunció en mayo que los límites a la inversión, que establecían un máximo de 3.000 euros por proyecto y de 6.000 euros por plataforma, no se impondrán para profesionales. Esta figura, en cualquier caso, todavía no está bien definida, pues el Ejecutivo considera inversor profesional a aquél que cuente con una renta disponible de al menos 100.000 euros; mientras que las plataformas creen que este límite no responde a la realidad. Todavía no está aprobada la Ley.
* Otros países del entorno europeo ofrecen ejemplos regulatorios más flexibles. En Reino Unido se limita a un máximo del 10% de la renta en inversión para financiadores sin experiencia. Los profesionales o aquellos que estén asesorados podrán invertir más. También pone límites a la publicidad que hagan las plataformas de los proyectos y pide garantías a las firmas de crowdfunding para que los pagos no se paralicen. Sin embargo, existen dos tipos de incentivos: uno para empresas nuevas y otro para empresas ya existentes de corta vida que permiten un ahorro fiscal de hasta el 50% y el 30% respectivamente de la inversión, si se mantienen las acciones adquiridas por un periodo mínimo de 3 años y con unos máximos de inversión anuales de hasta 100.000 libras (70.000 euros) o 1 millón de libras (700.000 euros), respectivamente.
* En Italia, el límite a la inversión se sitúa en cinco millones de euros al año; en Alemania en 100.000 euros y en Francia no existen límites a la inversión a través del crowdfunding.
* EEUU juega en otra liga. La Ley Jobs Act, vigente desde abril de 2012, permite a cualquier persona invertir un 2% de sus ingresos anualmente con ciertos límites monetarios, y a las jóvenes empresas pedir financiación a través del crowdfunding para inversores individuales de hasta 10 millones de dólares (7 millones de euros).