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España finalizó 2012 con un incremento de la actividad emprendedora del 4%. Sólo en el mes de diciembre se crearon 7.420 empresas y las exportaciones se encuentran en cifras de máximo histórico. Estos datos evidencian que hay espíritu emprendedor en nuestro país; sin embargo, aún son muchas las dificultades para sacar adelante una iniciativa empresarial. A la cabeza de esta lista se sitúa la financiación. Según los expertos no se puede esperar que todo el capital lo aporten terceros: el nuevo empresario debe tener recursos propios y haber calculado al detalle cuánto necesita y para qué.
Engancha inversores
La búsqueda de ayuda es una tarea que requiere prepararse a fondo, porque seducir a un inversor para que confíe en tu proyecto no es sólo cuestión de tener una buena idea de negocio. Conseguir un socio capitalista depende en gran parte de contar con algunas aptitudes y “saber transmitir pasión real por tu iniciativa”, asegura Alejandro Suárez, emprendedor y business angel. Lo más recomendable es asistir a foros y eventos que facilitan el contacto directo entre emprendedores e inversores. El abanico de actos es muy amplio; por eso, antes de acudir a uno, es esencial informarse sobre qué ofrece y en qué consiste. Con la documentación en mano podrás elegir mejor cuál te interesa, dependiendo del momento y de tus necesidades concretas.
Cristóbal Alonso, miembro del Club de Emprendedores de la escuela de negocios francesa Insead, recomienda “hablar con personas que ya hayan asistido a reuniones anteriores y, por supuesto, conocer en profundidad el negocio que se quiere desarrollar. Si los posibles inversores saben más que tú o te pillan con preguntas sencillas tienes poco que hacer”.
La improvisación es mala compañera en estos encuentros. Rosaura Alastruey, directora de Proyectos.com, advierte de que “el éxito de las buenas conexiones no se improvisa. Cuando explicas tu proyecto ante extraños, entran en juego los nervios o el posible cansancio de un día duro. Además, hay que tener en cuenta que conectar con alguien no tiene por qué significar una venta inmediata”.
De ahí que sea esencial elaborar un buen discurso seductor que defina pero, sobre todo, que diferencie tu proyecto del resto que van a conocer ese día. También es recomendable llevar material de soporte que refuerce tu presentación. Esta documentación no debe ser demasiado extensa sino manejable, práctica y, en la medida de lo posible, también original. Porque, en definitiva, lo más importante no es que te conozcan, sino conseguir que te recuerden.
¿Quién más te puede ayudar a lanzar tu negocio?
Las incubadoras. Dan cobijo a tu negocio cuando está a punto de crearse. Ofrecen asesores y consejos sobre administración, cuestiones jurídicas, mentores o márketing.
Los aceleradores. Facilitan ‘mentoring’, asesoramiento y formación intensiva, además de capital semilla. Aquí el cobijo para tu proyecto es más sénior. Puedes acudir al acelerador para hacer crecer tu negocio en escalabilidad.
‘Business angels’. Es un socio que te ayuda e invierte en tu idea. Es compatible con la incubadora.
'Family office'. Una familia empresaria decide aportar dinero para contribuir a la conservación y crecimiento del capital económico, humano e intelectual de la familia. Es un vehículo de inversión y un instrumento para coordinar la educación de los hijos y organizar actuaciones filantrópicas.