El parón del consumo multiplica por cuatro el cierre de pequeñas tiendas
28/02/2008
Expansión
Los efectos de la desaceleración económica y la caída del consumo están impactando de lleno en el pequeño comercio. En enero, 4.042 pequeños empresarios del sector tuvieron que cerrar y darse de baja en el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos de la Seguridad Social.
La cifra representa un crecimiento del 300% respecto a la cifra de 1000 registrada en enero de 2007, según la afiliación de trabajadores ocupados de la Seguridad Social y de la organización sectorial de UGT.
La pérdida de afiliación de autónomos en el comercio en enero fue de largo la mayor de entre todos los sectores.“Muchos comerciantes han esperado a las Navidades, las rebajas y la liquidación para después cerrar la tienda. Incluso se dan de baja en la Seguridad Social mientras terminan la liquidación, para no seguir pagando la cotización. En nuestro caso, estamos hablando de cierres de establecimientos, no sólo de la pérdida del empleo. Y se hace, no sólo por los efectos inmediatos de la situación económica, sino también por las perspectivas que tienen sobre el consumo de las familias”, explica Sebastián Reyna, secretario general de UPTA-UGT.
Estas perspectivas son, por ejemplo, el crecimiento del desempleo hasta 132.000 personas en enero, en la cifra mensual más elevada de la historia del registro del Inem. Junto a ello, los hogares están soportando un endurecimiento de los créditos de consumo y, sobre todo, de los hipotecarios, lo que recorta drásticamente su capacidad de compra. En tercer lugar, la inflación en enero se situó en el 4,4%, la más alta desde 1995, mientras los salarios han perdido poder adquisitivo.
Incluso, las consecuencias de la crisis se extienden a todo el sector del comercio. En enero, en el Régimen General de la Seguridad Social, donde están la inmensa mayoría de los trabajadores por cuenta ajena, se perdieron 70.454 empleos, con una caída respecto a diciembre del 2,75%. En términos absolutos, el descenso de trabajadores en el comercio es, con diferencia, el más acentuado de todos los sectores, mientras que, en términos relativos, es el segundo, sólo por debajo del recorte de trabajadores habido en el sector de la intermediación financiera.
Junto a todo ello, y al margen de los problemas que afectan a todo el sector, el pequeño comercio también tiene otras causas propias que explican el cierre del establecimiento. Por ejemplo, la competencia que les hacen los supermercados y, sobre todo, la influencia en los barrios de los establecimientos regentados, generalmente, por ciudadanos chinos, que suelen reunir multitud de productos diferentes, pero de uso cotidiano en los hogares, y a precios relativamente bajos. “Ellos trabajan dentro de la legalidad, pero abren más horas y todos los días, lo que ya no puede hacer el establecimiento tradicional, de la misma manera que no puede competir con las grandes superficies que abren los festivos”, explica Sebastián Reyna.
Otros sectores que en enero acusaron una notable caída de empresarios autónomos, pero a mucha distancia del comercio, fueron la hostelería, con un descenso de 1.798 afiliados a la Seguridad Social. En tercer lugar, figura el cierre de las múltiples agencias, o chiringuitos inmobiliarios, que se han abierto en los últimos años, por la explosión de la vivienda y que ahora están teniendo las consecuencias del estallido de la burbuja. En enero, este sector perdió 1.650 autónomos, y 1.395 la construcción. Precisamente, el Gobierno aprobará proximamente un plan de choque para intentar recolocar a los trabajadores que expulsan estos dos últimos sectores.
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