El Mundo
La comisaria europea de Justicia y Derechos Fundamentales, Viviane Reding, fue la primera mujer en insinuar que "si Lehman Brothers hubiese sido Lehman Sisters, quizá todo hubiese ido mucho mejor". Un modo chistoso de expresar su fuerte convicción en la importancia del talento femenino dentro de los equipos directivos de las empresas. De momento, la realidad choca con sus deseos porque sólo uno de cada siete miembros en los consejos de administración de las grandes empresas europeas es mujer.
El dato corresponde a un informe que acaba de presentar en Bruselas y que pone de manifiesto dos realidades: que las mujeres tienen una paupérrima presencia en la toma de decisiones de las empresas y que su teoría de dejar que el mercado se autorregule no funciona.
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