Conciliar no cuesta ni un euro
05/06/2008
El País
Horarios flexibles, luces apagadas a partir de cierta hora, teletrabajo desde casa y salarios a la carta son algunas medidas que están cambiando la cultura laboral
¿Es usted un jefe o directivo a quien le pone nervioso levantar la vista y no ver a sus chicos en la oficina? Puede que esté anclado en esquemas laborales del pasado siglo, ajeno a la economía del conocimiento y a la cultura de la conciliación entre vida personal y laboral propia del siglo XXI. ¿Qué necesidad hay de verle la cara en todo momento a un empleado si éste rinde y cumple religiosamente con los objetivos marcados por la empresa? "Los directivos siguen siendo reticentes a flexibilizar horarios y a establecer sistemas de evaluación por cumplimiento de objetivos; quieren presencia". Josep Ginesta, director de Recursos Humanos de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), conoce bien el terreno que pisa.
En 2007 su organización fue galardonada con el primer premio a la "flexibilidad", en el apartado de grandes empresas, del certamen sobre conciliación de vida laboral y personal promovido por la agencia de comunicación CVA y el Ministerio de Trabajo (una colaboración que a partir de este año recae en el Ministerio de Educación, Política Social y Deporte).
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