Expansión
La tormenta creativa puede barrerlo todo. En ocasiones, el emprendedor apasionado con su proyecto puede perder la objetividad. Las grandes ocurrencias, por sí solas, no son suficientes y conviene una dosis de realismo para ‘aterrizar’ tanta fuerza imaginativa.
Para muchos, resulta suficiente con una gran idea. Pero no basta con el motor de una grandiosa ocurrencia para sacar adelante un proyecto. La pasión es un elemento capital para convertir lo que amas –tu idea– en negocio, pero en demasiadas ocasiones los emprendedores son tan apasionados de sus ideas que pierden la objetividad. A veces, un poco de realismo, mezclado con conocimientos del sector, formación, cierta experiencia, e información pueden determinar el potencial verdadero de tu proyecto.
Consistencia: Cuando tengas un proyecto y creas que éste cambiará el mundo, piensa si puede situarse en un nicho de mercado consistente y bien definido, que resuelve un problema para el que nadie antes que tú ha visto la solución. Analiza la demanda que puede haber de ese producto en el mercado. Debes estar seguro de que tu iniciativa ayuda a cubrir una necesidad.
Se trata de resolver problemas: Si tienes una idea, estudia el mercado y trata detectar necesidades que se produzcan en éste. Es necesario que entiendas el mercado que has escogido, y para ello has de hablar con expertos, usuarios y clientes. Tú debes convertirte también en un experto. Comprueba que cuentas con los recursos necesarios para llevar el producto desde la mesa de diseño hasta el consumidor. Has de pregutarte si tienes suficiente perseverancia, conocimiento, contactos, capital y otras virtudes necesarias para llevar tu idea de la fase de diseño hasta la entrega.
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http://www.expansion.com/2012/05/25/empleo/emprendedores/1337968508.html?a=5a02992215f9491055582d1e6ba2e7aa&t=1338185553