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Las Cámaras de Comercio quieren que se anulen las cuotas de la Seguridad Social
Las Provincias
Las cotizaciones de empresarios y trabajadores a la Seguridad Social deberían desaparecer. El sistema tendría que financiarse a través de impuestos como el del Valor Añadido (IVA), según apuntó ayer el presidente de las Cámaras de Comercio, el socialista Javier Gómez-Navarro. Consciente de que la solución de la crisis pasa por más de una medida, abogó por luchar contra el absentismo laboral, la apertura de un debate sobre la política energética e hidráulica, la supresión de las trabas burocráticas que padecen las empresas y por la reforma del sistema judicial.
Las declaraciones de Gómez-Navarro, que fue ministro de Comercio y Turismo en el último gobierno de Felipe González, tuvieron lugar en un desayuno de trabajo organizado por Nueva Economía Fórum. A su juicio, las medidas anunciadas por el presidente José Luis Rodríguez Zapatero el pasado martes "van por buen camino" pero es necesario ver cómo se aplican. "Lo importante es que el dinero que reciban los bancos llegue a la empresa española", insistió. En resumen, las iniciativas del jefe del Ejecutivo radican en la creación de un fondo para inyectar liquidez al sistema financiero de 30.000 millones de euros, ampliable a 50.000, y en la subida de 20.000 a 100.000 euros el mínimo garantizado de los ahorros.
"El problema de fondo de España -continuó Gómez-Navarro-es que tiene un déficit por cuenta corriente equivalente al 10% de nuestro Producto Interior Bruto (PIB), que habrá que financiar a tipos de interés más altos". Esta situación es una carga para la economía nacional y falta de competitividad para las empresas. En consecuencia, indicó que es preciso aplicar una serie de recetas.
La primera estuvo relacionada con la financiación de la Seguridad Social, "debate que no gusta a los políticos". Apostó porque su coste recaiga en impuestos como el IVA y no directamente sobre el trabajo.
También arremetió contra el absentismo laboral y abogó por la moderación de los salarios y por la vinculación de las retribuciones a la productividad de las empresas. Lamentó que esta tesis, asumida por las cúpulas de la patronal y de los sindicatos, no se traslade a los convenios colectivos. Planteó la necesidad de abrir un debate sosegado y profundo sobre la política energética, sin excluir ninguna de sus modalidades.
