Gemma del Corral

 

Concejala del Ayuntamiento de Málaga

Sin lugar a dudas mi vida cambió cuando el Alcalde de mi ciudad, Paco de la Torre me confió la dirección general del Área de Igualdad del Ayuntamiento de Málaga en octubre del año 2003, digo que mi vida cambió porque esta responsabilidad me hizo ser consciente del “espejismo” en el que había vivido hasta entonces.

El espejismo de “falsa igualdad” en el que estaba desarrollando mi trayectoria vital; fue entonces cuando tomé conciencia y por supuesto partido por conseguir esa necesaria y absolutamente justa igualdad real y efectiva entre hombres y mujeres.

La verdad es que soy defensora de aquellas personas que piensan que hay que sentir la desigualdad en “las tripas” para poder entender sus consecuencias.

Hasta ese momento, no fui consciente de que mis “tripas” la habían sentido, pero yo no tenía ni el conocimiento, ni las herramientas para identificar esa injusticia y luchar contra ella. Estos años de activismo político en el Área de Igualdad me sirvieron para aprender a comprometerme y utilizar mi cargo para intentar cambiar las cosas, creo humildemente que fueron años de trabajo intenso con muchas recompensas y que realmente hubo cosas que cambiaron en mi ciudad.

Comencé a trabajar en el Área de Igualdad de la mano de un hombre que creía en ella a pies juntillas y que era el vértice de la pirámide de la toma de decisiones, esa estructura, la de depender directamente del Alcalde era la mejor declaración de principios posible y la mejor y más económica estrategia para conseguir la transversalidad.
En el Ayuntamiento, el Área de Igualdad, pasó de ser un área sin importancia a depender directamente de Alcaldía, sin duda, eso hizo que mis compañeros/as se implicaran muchísimo más.Por supuesto que me costó mucho que me entendieran, a veces, cuando sabía que tenía la razón y los/as demás no lo reconocían, la vehemencia y la pasión que utilizaba en mis argumentos, es decir “las formas” hacían que no empatizara con “el fondo” del asunto.

Lo habitual, un gesto de autoridad en un chico es “normal” y en una chica es “curioso” por ser generosa. A pesar de ello siempre he sentido que mis opiniones eran valoradas y se tenían en cuenta, pero sí tengo claro que para ello he tenido que trabajar muy duro y renunciar a una parte importante de mi vida personal, cosa que mis compañeros chicos no han tenido que hacer, o no han tenido que pagar el mismo “peaje”.

Mi carrera profesional y política ha sido lenta, pero progresiva, siempre ascendente asumiendo cada vez más responsabilidades, tras más de 8 años en la Dirección General de Igualdad, me nombraron concejala de un distrito, luego de dos, luego teniente alcalde conservando un distrito pero asumiendo el Área de Cultura y por último ahora mismo, sigo conservando mis responsabilidades y asumiendo el Área de Educación también.

Estoy segura que mis capacidades no sólo como profesional sino también como mujer están detrás de todo ello, estos años de servicio público me han ayudado a potenciar muchísimo mi capacidad de ponerme en el lugar de otra persona, mi humildad y mi generosidad han sido claves para hacer bien mi trabajo y para poner mi granito de arena en conseguir la igualdad real y efectiva entre hombres y mujeres.

Gemma del Corral
Gemma del Corral

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